Después de blanquear a Piratas en el juego de comodín, Jake Arrieta ha recibido 8 carreras limpias en 10 entradas y dos tercios.
En alguna parte entre Pittsburgh y Chicago, Jake Arrieta perdió su aureola de pitcher intratable.
"Fui el responsable de cavar un hoyo enorme desde el principio, uno que fue algo complicado para remontar", declaró Arrieta.
Arrieta encabezó las mayores con 22 victorias. Su desempeño tras la pausa del Juego de Estrellas fue tan notable que se le menciona entre los mejores de todos los tiempos. Su foja fue de 11-0 con 0.41 en 12 aperturas (con un juego sin hits ante los Dodgers de por medio) desde el 4 de agosto hasta el final de la campaña. Y procedió a lanzar una blanqueada de cinco hits en Pittsburgh en el juego de wildcards.
Pero con su total de innings en 2015 aproximándose a los 250 innings, el candidato al premio Cy Young no ha lucido tan efectivo en sus últimos dos salidas.
"Físicamente estoy bien. Sé que me faltó la velocidad de siempre. Debí tirar más cambios para compensarlo", dijo Arrieta.
El manager de los Cachorros Joe Maddon debió responder a interrogantes sobre si la carga de trabajo de Arrieta ha empezado a pasarle factura.
"No puedo negar que es posible. Lo ignoro. Si le preguntan, les dirá que no", dijo Maddon. "Si esa pistola (de radar) estuvo funcionando bien, pudo haber estado tirando con una milla o dos menos fuerte, fue lo que vi".
La primera mala de Arrieta en mucho tiempo fue en casa contra San Luis en el tercer juego de la serie divisional, al permitir cuatro carreras en cinco innings y dos tercios. Chicago, sin embargo, pudo ganar 8-6.