En una amarga coincidencia, este miércoles siete de enero falleció uno de los máximos exponentes de la libertad de expresión en México al tiempo que en París, Francia, un comando de extremistas irrumpía en las oficinas del semanario satírico "Charlie Hebdo" para asesinar a diez periodistas y a dos guardias de seguridad.
Mientras la comunidad europea se estremecía por el portentoso ataque a la libertad de prensa en pleno corazón de París, en México recibimos con tristeza, pero a la vez con una dosis de satisfacción la noticia de la muerte de un colega periodista que ejerció con pasión y dignidad el periodismo libre e independiente.
Julio Scherer García se despidió de este mundo a sus 88 años dejando una trayectoria profesional excepcional, desde su paso glorioso por Excélsior, la fundación de la revista Proceso, sus exitosos trabajos periodísticos y la formación de una escuela de reporteros.
Hay tres momentos en la vida de Scherer García que a nuestro juicio marcan su vida profesional.
El primero fue su expulsión del periódico Excélsior en 1976 tras dirigirlo ocho años y colocarlo entre los diez mejores diarios del mundo gracias a colaboradores de la talla de Daniel Cosío Villegas, Gastón García Cantú, Octavio Paz, Miguel Ángel Granados, Abel Quezada, Vicente Leñero y Carlos Monsiváis, entre muchos más.
Lejos de rumiar su derrota, Scherer se dedicó a organizar a su equipo de trabajo para lanzar una agencia informativa y la revista Proceso que pronto se convirtieron en referencia del periodismo nacional y en contrapeso del abrumador poder presidencial.
Años más tarde, en septiembre de 1995, Scherer fue objeto de una calumnia por parte de un conductor nacional de la radio comercial. El periodista fue acusado de haber recibido un grueso fajo de billetes a cambio de silenciar una información delicada.
Julio Scherer no utilizó las páginas de su revista para injuriar a su agresor, por el contrario se presentó horas después en una agencia del ministerio público del Distrito Federal para denunciar por calumnia y difamación al locutor de la radio.
Semanas más tarde el conductor se retractó de la acusación que jamás pudo comprobar y pidió una disculpa a sus radioescuchas y a Scherer García, quien de inmediato levantó la denuncia.
El tercer momento clave del periodista mexicano fue la entrevista que realizó a sus casi 84 años de edad al capo sinaloense Ismael "Mayo" Zambada y que publicó en abril de 2010 como reportaje especial en la revista Proceso.
Una lluvia de críticas se le vino al célebre periodista por entrevistar y dar amplia difusión al "Mayo" Zambada, reconocido como uno de los criminales más peligrosos y violentos de México.
Scherer simplemente respondió que "si el Diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos". Con su trabajo y su silencio, el periodista demostró su sagacidad, entrega y su valentía para realizar dicha entrevista sin importar su edad, los riesgos físicos y la crítica de quienes no comulgaban con su labor profesional.
Por si fuera poco Scherer puso en ridículo a las autoridades mexicanas al dejar en evidencia que el afamado capo estaba en México y en un sitio localizable.
En una ocasión tuvimos el honor de conversar con Julio Scherer en un restaurante en Hermosillo, Sonora. Quedamos entonces admirados por su inteligencia y sabiduría, pero más todavía por su sencillez, su humildad y su impresionante calidez.
Descanse en paz tan notable periodista mexicano y excepcional ser humano.
APUNTE FINAL
La visita del presidente Enrique Peña Nieto a la ciudad de Washington apenas mereció una nota y una minifoto a dos columnas en la página 12 del diario The Wall Street Journal… Pero la ejecución de nueve civiles armados en Michoacán alcanzó un preventivo en la primera plana… Así miran a México desde el otro lado del Bravo.
Comentarios a jhealy1957@gmail.com