La mayor parte de los analistas en el plano nacional e internacional a principios del año pasado estimaban que el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (IPC) terminaría el año en 46,000 puntos, siendo que terminó en 43,145 puntos. Y no es precisamente que se hayan equivocado ya que ese nivel más bien se adelantó y lo alcanzó en el cierre del 18 de septiembre del 2014 cerrando en 46,168 puntos ese día.
Lo que sí muchos no vieron es cómo los factores internacionales prácticamente el último trimestre del año implicaron una muy fuerte aversión al riesgo, sobre todo en países emergentes como el nuestro, lo cual se tradujo en una alta volatilidad de los valores en prácticamente todos los mercados, bolsas, cambiarios, commodities y bonos principalmente, e hizo que prácticamente en particular el IPC terminara a un menor nivel respecto de su máximo histórico que alcanzó en septiembre.
Entre esos factores se destaca principalmente la impresionante baja en los precios del petróleo, las expectativas de aumentos en las tasas de interés en Estados Unidos, la débil perspectiva económica particularmente en Europa, algunos países asiáticos como Japón y China y los desequilibrios geopolíticos de Rusia -Ukrania, Libia e Irak sin dejar a un lado el efecto negativo que causó la posible salida de Grecia de la zona euro.
Lo que significa aversión al riesgo es que los capitales se mueven (fly to quality) a países que los inversionistas ven más seguras sus inversiones como lo es Estados Unidos, por ello se explica lo fuerte de sus bolsas y del dólar respecto de prácticamente todas las monedas del mundo incluyendo nuestro peso.
Sin embargo, pese a esa situación la economía mexicana no sufrió estragos como la sufrieron muchos países, sobre todo de América Latina, o Rusia, Turquía, mismo Europa. En ese sentido organismos internacionales como la OCDE (Organización de Países Desarrollados) el Banco Mundial, el FMI, entre otros, reconocen la solidez de los fundamentales de la economía mexicana así como la perspectiva de la implementación de sus reformas estructurales, viéndolo como un país atractivo para la inversión tanto productiva como financiera.
En este sentido las diferentes corredurías nacionales e internacionales como el consenso de analistas de Bloomberg le dan una perspectiva positiva a la Bolsa Mexicana, al IPC, previendo el más conservador de acuerdo a precios objetivos un nivel del IPC al final del 2015 de 44,000 puntos y los más optimistas que hay varios lo estiman en 50,000 puntos o más.
Si estos niveles los comparamos con el nivel actual del IPC, daría un rendimiento entre 7% (los más conservadores) hasta poco más de un 20% (los más optimistas). Así, aunque llegara a esos niveles mínimos podría generar un rendimiento del más del doble del Cete.
Hay que recordar que en términos fundamentales los precios de las acciones se deben de comportar acorde principalmente del crecimiento de las utilidades de las emisoras, por lo que a las emisoras que consideran crezcan en sus precios objetivos de una manera muy importante son las relacionadas con el sector energía y con el sector de la construcción principalmente de infraestructura, y en mucho, sin olvidar la reactivación del consumo es lo que le daría al IPC una mejor perspectiva para el 2015.
Dentro de la metodología que en general toman en cuenta para determinar un precio objetivo del IPC es que los analistas toman en cuenta entonces la valuación de las emisoras que componen el índice en función básicamente del comportamiento de sus utilidades como se mencionó, así como de la estructura financiera de dichas emisoras, sus planes de inversión y el posicionamiento dentro de la industria, así como su relación de negocios con otros países, principalmente con Estados Unidos.
No obstante lo anterior, seguirán los efectos de factores internacionales presentes en el mercado como los que se señalaron líneas arriba, aunque algunos de ellos, como los precios internacionales del petróleo, tendrán que ir aminorando en su tendencia bajista; Y Estados Unidos ya está en una postura la Reserva Federal más "dovish", (más flexible) para no subir pronto sus tasas de interés; Europa en la reunión que tendrá el Banco Central el próximo día 22 de enero seguro anunciará lo del QE (política monetaria como la que implementó EUA y que le dio resultados), continuarán los problemas de geopolítica (los cuales siempre están presentes) y, bueno, China principalmente se sabe que disminuirá su crecimiento, que de alguna manera se ha venido descontando.
En fin, no tengo mucha duda, dadas las perspectivas, que será un año bueno para la Bolsa Mexicana. ¡Hasta la próxima!...