Han terminado 13 fechas del campeonato mexicano. La llamada "cabalística" se jugó en la reanudación del torneo luego de la fecha FIFA, mostrando la tabla de posiciones a un orgulloso Pumas de la Universidad en lo más alto, cosa que para los fanáticos del cuadro del Pedregal, no suele ser precisamente frecuente.
La eterna discusión es que si nuestra liga es competitiva o francamente mediocre, siendo por ello la diversidad de resultados de una fecha a la otra. Al margen de sellos o etiquetas, quedémonos con el hecho de que es pareja y muy complicada para el pronóstico.
Lo cierto es que es mucho más divertido ver un pelotón de equipos que buscan la cima que, como ocurre en otras ligas, un solo cuadro se convierta en el mandón, poniendo de por medio un mar de puntos que le permiten coronarse un mes antes de que las hostilidades concluyan.
Mi pregunta es: ¿Son reales estos Pumas? Porque la verdad, me dolería mucho verlos caer de tan alto.
La respuesta parecen darla ellos mismos en la cancha. Memo Vázquez ha diseñado un esquema ofensivo que suele volver locos a los rivales ya que al momento de desdoblar, los auriazules se reparten los espacios de modo que los defensas no saben a quién seguir. Esto suena sencillo pero en una época donde se privilegia la marca, el "pressing", el acomodar gente abajo, resulta gratificante observar a un equipo que quiere agredir el marco rival.
Lo mejor es que es un cuadro de hombres, no de nombres. El jovenazo Eduardo Herrera, Ismael Sosa, Fidel Martínez, Matías Britos y Javier Cortés parecen estarnos regalando la mejor versión de sí mismos en esta espectacular campaña universitaria.
Abajo tampoco han desmerecido y si no son la mejor defensiva del torneo, ahí la llevan sin meterse en demasiadas broncas. Claro que hubo encuentros como ante Chivas, que no merecieron ganar pero el último repaso al León, allá donde dicen que la vida no vale nada, permiten ilusionar a la nutrida feligresía puma.
Un tema básico para que el equipo representativo de nuestra máxima casa de estudios ande bien es la condición física. Este grupo anda como navaja de barbero. Todos corren, recuperan el balón, aprietan y avanzan agotando y demoliendo al rival. Sólo así se entiende que, independientemente de que el adversario venga a encerrarse a Ciudad Universitaria, hasta el momento, no se haya salido con la suya.
¿Qué sigue? Obviamente no bajar el ritmo, asegurar la calificación y esperar que sus titulares se mantengan sanos. La reaparición de Darío Verón es fundamental para que el liderazgo en la cancha también quede definido e intacto.
Falta trecho y rivales como América, Toluca, Tigres y León acechan al súper líder. Yo sigo creyendo que estos Pumas… Parecen reales.
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