La misma cantaleta desde que tengo uso de razón futbolera, que son más de 50 años, se repite en cada liguilla: Los equipos eliminados le echan la culpa al arbitraje. Es cierto que ha habido trabajos polémicos y alguno incluso francamente deficientes pero de ahí a que todo sea responsabilidad de los de negro, media un océano de distancia. Quizá el menos afortunado, en cuanto a rendición de cuentas se refiere, sea Roberto García Orozco en la vuelta del Pumas ante Veracruz.
Al experimentado silbante se le escapó la mano de Álvaro Alcoba en lo que era penal y expulsión. Producto de ello, arrancó una permisividad incomprensible para el cuadro visitante que se tradujo en soportar encendidas protestas al término del primer tiempo, dejar sin sanción un codazo de Alan Zamora sobre Eduardo Herrera y no marcar un claro penal de Leo López sobre el mismo ariete felino.
Lo que no se vale por parte de los escualos es que acusen que hay tendencia, que su presidente afirme que escuchó a García Orozco, en el hotel, decir que Pumas avanzaría, que el "maestro" Carlos Reinoso diga que "le echaron a perder el trabajo de todo el año" y que el ariete Julio Furch se justifique diciendo que "mejor que les digan y ni a la liguilla entran". ¿Y el gol que fallaste con el portón abierto, mi hermano, en dónde queda?
La gente cree que el árbitro se va a su casa muy campante después del partido, sobre todo si sus decisiones influyeron en el marcador. La realidad es que el más apenado y con más bronca debe ser el propio Roberto. Seguramente para él, se acabó el torneo y como profesional, deberá regresar en enero con deseos de revancha.
Otro que no la debe estar pasando bien, porque lo conozco, es César Ramos Palazuelos. La sanción sobre el "rifle" Andrade se debió a que lo engañó en el penal que dio origen al tercer gol de América en el juego de ida. Costoso error por el momento del juego en que ocurrió. No soy quién para hacer designaciones, pero también creo que debe descansar y reflexionar en lo hecho, bueno y malo, en esta temporada ya que no ha sido la mejor de su carrera.
Hubo otras jugadas bien difíciles de juzgar en las que, luego de ver 40 repeticiones, el periodismo deportivo afirma que fueron "clarísimas". Por ejemplo, la falta de Fuentes sobre Villalba en la ida del Veracruz -Pumas en tiempo de compensación. Es en el límite del área y creo que el primer contacto es fuera. Queda para la polémica.
También está la carga de Paulo da Silva sobre Luis Gabriel Rey al principio del juego entre Toluca y Puebla. Yo opino que era por la espalda, pero con la gloria de la repetición. En la cancha es muy difícil de apreciar para mi "brother" Paco Chacón.
Tuvieron grandes actuaciones gente como Luís Enrique Santander en Puebla-Toluca, Erick Yair Miranda en Tigres vs Chiapas y el mejor de todos, Jorge Isaac Rojas en la vuelta allá en la selva chiapaneca. Esperemos las semifinales, pero sin llorar.
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