Después de llevarse a cabo la carrera de 5 y 10 kilómetros, organizada por el Tecnológico de Monterrey campus Laguna y esta casa editora y que ha servido como una preparación para la fiesta de marzo, ya todo se encuentra listo para el próximo día primero en el evento atlético de mayor magnitud a nivel nacional al llevarse a cabo el XXVII Maratón Internacional LALA en lo que ya es considerado el mejor en nuestro país.
El sueño que ahora es una auténtica realidad, inició en abril del año de 1989 donde en aquella ocasión sólo se percibieron 434 altas de las cuales 20 se registraron de la rama femenil y desde hace 26 años considerando la edición del año pasado, se han quebrado ocho registros por el lado varonil mientras que, en nueve ocasiones, se ha superado la marca por el campo de las mujeres.
Es natural de que las memorias que viven todos y cada uno de estos atrevidos atletas es el impulso que consideran más significativo para poder superar esta barrera que, para cualquier ser humano, se encuentra mucho más allá que simplemente vencer el desplazarse por arriba de 42 mil metros porque no deja de asombrar de que aun faltando más de dos meses para este magno evento, ya las inscripciones se habían agotado.
La raíz de esta extenuante competencia vive sus raíces en el año 490 antes de nuestra era en la que es considerada la cuna de la civilización como lo es Grecia, específicamente en la planicie de Maratón, donde se efectuó una pelea entre Atenas y Persia, la cual la que hoy es capital de la República Helénica resultó vencedora de este combate poniendo fin a la primera guerra médica, logrando que la potestad persa dejara de propagarse no obstante su enorme poder en cuanto a la milicia se refiere.
La primera prueba del maratón se realizó en Atenas en 1896 (sigo sin entender por qué después de 100 años se la tuvieron que dar como sede a Atlanta en 1996) cruzando la meta en primer lugar Spiridio Louis, en recuerdo al soldado Filípides (que así se llamaba) quien recorrió el trayecto que distanciaba Maratón de Atenas y que tuvo una ruta de 42 kilómetros partiendo de aquí como la competencia que clausura a cualquier certamen de atletismo abarcando los Juegos Olímpicos.
¿Y por qué un maratón tiene la distancia de 42 kilómetros y 195 metros? A pesar de toda la polémica tanto en fechas, trayectos y reflexiones, el que es considerado el padre de los Juegos Olímpicos, el barón Pierre de Coubertin, recibió con agrado la proposición del experto en mitología griega Michelle Breal cuando se planificaban los primeros Juegos aceptando la idea implementando una carrera con la distancia que se suponía había entre Maratón (ciudad que se encuentra en la costa noreste de Ática en Grecia) y Atenas.
¡A vivir la gran fiesta!
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