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La Columna de Rosell

RAFAEL ROSELL

Débil, desamparado, sin imaginación. Como un escritor que observa con frustración una página en blanco sin tener la más remota idea de cómo iniciar su trabajo. Con alfileres sostiene el resultado positivo, la ventaja temprana en la jornada uno o ayer el empate, para luego irremediablemente perder la pelota con alarmante rapidez, cede terreno no tanto por echarse atrás sino por una manifiesta ineptitud en el manejo del balón, las señales que manda el actual equipo de Pedro Caixinha al rival son de invitación a que lo ofendan, Veracruz tardó un poco en entenderlas y cuando lo hizo se llevó los tres puntos sin dificultad del Corona. La Máquina jugó un mal partido y le bastó y sobró para derrotar por la mínima a unos Guerreros inermes.

Este Santos Laguna sufrió una lobotomía, se quedó sin cerebro y ahora en sus dos primeros juegos del Clausura da pena. La derrota de ayer ante un Cruz Azul limitado y permitiendo un gol de quien sin duda a menos de que pase algo extraordinario entrara a la galería de las peores contrataciones de la historia cementera, un tal Junior Tofoyo al cual sus humoristas amigos le dicen "Alemao" más por su germano aspecto que por alguna remota similitud en su juego con el estupendo medio volante del Nápoles y mundialista en México 86 e Italia 90, Ricardo Rogeiro de Brito.

Por lo mostrado en apenas dos partidos, Santos Laguna ha entrado de golpe y porrazo al grupo de equipos chicos en este torneo, de ese tipo de conjuntos que dan la impresión de que sólo con la ayuda de los llamados imponderantes, como contar con una gran suerte o equivocaciones arbitrales le dan la oportunidad de aspirar a ganar un juego. Este conjunto que armó Pedro si no experimenta un cambio espectacular estará destinado a estacionarse al término del torneo entre los lugares del 13 al 17.

Todavía no entendemos la decisión de no traer un "diez" natural para este torneo, al anunciarse la salida de Mauro Cejas de mediocres y malas actuaciones en su estadía en el equipo lagunero, todos pensábamos que en el mercado extranjero se contrataría a un creativo, no, y no sólo eso, la salida de Darwin y Juan Pablo Rodríguez terminaron por dejar en la orfandad a la línea media, Pedro privilegió a muchachos entusiastas y disciplinados para este torneo y en 180 minutos jugados el resultado es desolador.

La apuesta de dejarle a Néstor Calderón la responsabilidad de hacer la diferencia, de cambiarle el rumbo al partido y guiar a su equipo a conquistar la victoria además de inédita (ningún técnico jamás intentó algo similar) es sumamente improbable, es como pedirle algo similar a Elías Hernández, Gerardo Lugo, Édgar Andrade, Diego de la Torre, Conejo Brizuela y demás volantes mexicanos carentes de regularidad y proclives a caer con demasiada frecuencia en la intrascendencia.

De los siete refuerzos, sólo Marchesín ha demostrado que puede hacer huesos viejos en el equipo santista, el problema es que juega de portero y de nada vale que salve dos o tres si su equipo es incapaz en generar el más elemental futbol. ¿Tiramos la toalla? No, por supuesto que no, faltan quince juegos, caramba, el asunto es que si este equipo sigue jugando así de mal, tendrá Pedro que replantearse cómo debe de parar a su equipo, es decir, aceptar que tiene un grupo limitado, que no cuenta con ninguna estrella o crack que se eche el equipo a la espalda y apostarle a jugar más conservador, sobre todo de visita. El deseo de todos los que simpatizamos con nuestro querido equipo es que el plan original de Caixinha, es decir, su plan "A", sea un éxito, si no, a recurrir a todo el abecedario para los siguientes planes.

rrosell50@hotmail.com

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