Mañana en el suburbio de Frisco en Texas, donde vive gente pipirisnáis. Frisco está a media hora de Dallas y se ha convertido en el área de más rápido desarrollo, un lugar ideal para que cualquiera de nuestros corruptos políticos se auto exilien a gastar el dinero que le robaron a sus contribuyentes. Ahí, en ese mundo irreal para los que vivimos y penamos en nuestro México se llevará a cabo el juego de campeón de campeones de la Liga MX, al fin, una buena idea emanada de parte de nuestros jerarcas futboleros. Todo partido debidamente calendarizado es bienvenido por todos, es el caso de este, programado entre temporadas y justo en el cierre de la preparación de los equipos involucrados, no es un juego de pretemporada es un partido oficial con la disputa de una Copa o trofeo que enaltece al que se lo lleve. Santos Laguna y América tienen planteles para pretender el triplete, Campeón de Campeones, Liga y Liga de Campeones de Concacaf.
Las directivas de ambas instituciones en sus proyectos y objetivos a lograr para el próximo año futbolero marcan como primero ganar el partido de mañana lunes, es parte de los principales logros y obvio se lo comunican a sus cuerpos técnicos y jugadores, "señores primera meta a conseguir, ganar el Campeón de Campeones, concéntrense y obténgalo".
Lo único que empaña este partido entre dos equipos triunfadores serán las ausencias obligadas, unos por estar en la selección, otros por lesión y los que jugaron Copa América. Fuera de esto habrá material suficiente en la cancha como para ver un partido competitivo. En cuanto a los técnicos primera oportunidad para Ignacio Ambriz de demostrar a sus detractores que puede dirigir a las Águilas a ganar títulos como mal que bien lo hicieron sus tres predecesores, en cuanto a Pedro Caixinha ya sabemos su fobia a perder aunque sea un méndigo volado de cinco baros.
La sala de trofeos de Santos Laguna es una área preciosa de TSM, parte del privilegio de trabajar en TV Azteca Laguna es mi recorrido hasta mi lugar de trabajo, todos los días paso enfrente de los trofeos que parece te sonríen a tu paso, brillantes, bonitos, viejos, modernos, Ligas, subcampeonatos, Copas, conmemorativos, etcétera, eso sí, ya se empiezan a ver incómodos, medio apretujados, con poco espacio entre uno y otro, alguna vitrina parece un homenaje a un Ruta Norte a la una de la tarde.
Para los que seguimos a este equipo desde 1988 su primer año en primera, en lo último que se pensaba era en mandar hacer vitrinas donde algún día presumirían los trofeos ganados. En esos años donde la prioridad no era ganar copas sino completar la nómina o comprar los uniformes. Nadie en su más loco sueño podía adivinar el diluvio de trofeos que se vendrían encima, sobre todo de 1994 a la fecha. Los trofeos me sonríen y yo les devuelvo la sonrisa, y no me cansaré nunca de admirarlos y recordar a quienes los obtuvieron, no importa si pase frente a ellos mil veces más, por eso me encantaría darle la bienvenida al de Campeón de Campeones un hermoso trofeo por cierto. Ya en el colmo de mi inmadura imaginación me encantaría cuando la sala se cierra por las noches que los trofeos cobren vida como en el Museo de Ben Stiller o en la casa de Andy, que se platiquen y llenen de preguntas al nuevo huésped, que se burlen de los cuatro subcampeones y los cinco presumidos se jacten de su estatus, que le hagan bromas a la Copa MX por su exótico vestido. En fin debe de ser la edad, ya se me van las cabras junto con mi imaginación.
Suerte mi querido Santos Laguna espero con ansia admirar tu siguiente trofeo y darle los buenos días a partir de este martes.
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