El próximo martes seis de octubre inicia la postemporada con los juegos de comodines en el beisbol de las Grandes Ligas, de los equipos clasificados llama la atención la de los Cachorros de Chicago, que no calificaban desde hace seis temporadas. Obviamente con su boleto en mano los Cubs vuelven a encender la vela de la esperanza de cientos de miles que simpatizan con esta añeja franquicia, su participación ya con el nombre de Cubs data de 1903. Los Cachorros ganaron back to back las Series Mundiales de 1907 y 1908, no volvieron a aparecer en una Serie Mundial hasta 1945 donde la perdieron en siete juegos ante los Tigres de Detroit. Cuenta la leyenda beisbolera que antes del juego cuatro el dueño de la taberna "Billy Goat Tavern" Billy Sianis, llevó a Wrigley una cabra o un chivito que según él era su mascota o lo hizo con fines publicitarios, el asunto es que el olor del ejemplar caprino molestaba a los fanáticos cercanos al animal, a tal grado que le pidieron a Billy que agarrara a su chiva (literal) y se pintara de colores (o sea que abandonara el recinto).
Billy alegaba que su chivito era el de la suerte, que ayudaría a ganar la Serie Mundial (recuerden era 1945 y no ganaban una Serie Mundial desde 1908, 37 años de espera) no oyeron sus ruegos, Billy furioso, desterrado del único lugar donde merecía la pena estar en Chicago en esa época, lanzó su terrible maldición "no volverán a ganar una Serie Mundial, nunca más" pero no se conformó fue más lejos "es más, bola de méndigos (no estoy seguro si exclamó esa frase) dejen ustedes que ganen una Serie Mundial, ni siquiera van a volver a llegar a otra" al terminar su ominosa amenaza levantó al chivito para que a todos les quedara claro, y vieran en los ojos del espantado animalito su horrible futuro. A partir de que Billy Sianis se convirtió en el profeta maldito, los Cachorros efectivamente no han vuelto a llegar a una Serie Mundial, han pasado cosas que ponen los pelos de punta, un gato negro corriendo por diamante de Wrigley, un aficionado ¡de los Cubs! apellidado Bartman estorba el fildeo de Moises Alou y da pie a una eliminación más previa al clásico, y ya son 69 años donde sus fieles aficionados auténticos "die hard fans" han estado sumidos en la depresión.
Sin embargo existe una esperanza y viene del lugar menos pensado, Hill Valley, sí , el pueblo donde nació Marty McFly y visitó en el futuro, recordemos que el genio del profesor Emmet Brown construyó una máquina del tiempo, un automóvil DeLorean DMC-12 modelo 1981, en ese vehículo Marty viajando de 1985 al lejano 2015 arribó a Hill Valley para asombrado ver en una pantalla 3D en la plaza del pueblo cómo felicitaban a los Cubs por haber ganado la Serie Mundial del 2015, nada impresionó más a Marty que esa noticia y miren que estaba en medio de todo tipo de adelantos tecnológicos.
En Chicago existe un sensacional museo llamado "Volo Auto Museum" y es un paraíso para los amantes de autos fantásticos, ahí puedes encontrar réplicas y originales de los coches de "Speed Racer" Meteoro para nosotros, la Van de la pandilla de Scooby Doo, el Batimóvil de la serie de televisión, el tronco móvil de Pedro Picapiedra, el auto de Dick Tracy, el packard balaceado de Bonnie y Clyde, McQueen de Cars, en fin una lista interminable de estas joyas de la cultura fantástica y cinematográfica. Pues bien, el museo Volo ha anunciado que si los Cubs ganan efectivamente la Serie Mundial este año de 2015, regalarán el DeLorean de Marty McFly entre los asistentes al fabuloso recinto de aquí al último juego del Clásico de Otoño, el auto es invaluable sentimentalmente hablando pero para efectos prácticos está valuado en ochenta mil dólares.
Si visitas Chicago ve al museo Volo, paga tu entrada, te darán una pulsera y ahí viene un número, regístralo ahí mismo y quien sabe, los Cubs ganan la Serie Mundial y te puedes regresar en el DeLorean, sólo ten cuidado con el ajuste del tiempo.
rrosell50@hotmail.com
