Y de repente el campeón volvió, en el puerto de Veracruz regresaron las cualidades que hicieron de este grupo de futbolistas campeones de la Liga. Desde que silbó el joven Ramos Palazuelos el equipo del vasco Ayestarán mandó contra las cuerdas a los tiburones de Reynoso que asombrados no tuvieron capacidad de respuesta, abrumados por un Santos presumiendo un estupendo estado físico. El balón sólo tuvo un dueño, los Guerreros llegaban por todos lados, Molina, Rabello y González fueron unos incansables pistones ganando la media cancha desde el arranque y cuando los escualos recuperaron la pelota era demasiado tarde ya, el 0-3 incluso se quedó corto.
Dicen que una imagen dice más que mil palabras y lo sucedido en el tercer gol ilustró todo, Leobardo López el hombre de hierro de Carlos Reynoso comete un error imperdonable y provoca la tercera anotación en claro fuera de lugar del africano Djaniny Tavares, los jarochos no reclamaron, restaban cinco minutos más la compensación y a nadie le importó buscar la anulación del gol, ya para que, derrotados y cabizbajos los veracruzanos sólo observaban el césped y esperaban el silbatazo para que terminara la tortura infringida por el agresivo visitante.
La ofensiva lagunera lució mejor con Luis Ángel Mendoza en lugar de Javier Orozco, Andrés Rentería nos volvió a recordar la clase de jugador que es, ojalá no vuelva a caer en esos hoyos existenciales que le nublan la razón. Djaniny salió como el Djaniny de la liguilla pasada, el que da gusto ver jugar bien es el chavo Javier Abella que dio un gran partido en su tierra, el joven lateral derecho se batió como los buenos junto al resto de sus colegas defensores, Javier ha pasado por difíciles momentos y está sobreponiéndose en base a su aplicación.
En los seis partidos dirigidos por Ayestarán la defensa verde y blanca ha recibido siete goles (cuatro en el partido de debut del estratega español) y luce cada vez más ordenada.
Santos Laguna confirmó esa inexplicable locura de ser alarmantemente inoperante en casa y ser el tercer mejor visitante. Su diferencia de goles en patio ajeno da un positivo de más cuatro y en casa de menos ocho. Lo dicho, una cosa de locos. A pesar de estos contrastantes números, en general Santos ya acumula cuatro seguidos sin perder, en esta pequeña racha ha anotado cuatro goles permitiendo solo uno, como están las cosas no es nada despreciable. En Veracruz se obtuvieron tres valiosos puntos para abonar en la tabla que quieran, para los que ven el vaso medio vacío o medio lleno, para el caso, se suma de a tres que es lo importante.
Falta arreglar la casa, no sería la primera vez que los Guerreros terminan un torneo sin una sola victoria en Torreón y la verdad todo el Territorio Guerrero espera que no vuelva a suceder, sobre todo en calidad de campeón defensor. Restan dos juegos en TSM Cruz Azul y Morelia, el asunto es resolver lo de farol de la calle y obscuridad en casa, o como sea el mentado dicho. Pensar en ganar los cuatro que faltan sigue siendo una empresa muy complicada sobre todo en "La Casa del Dolor Propio". El asunto es imitar lo hecho en gira enfrente de los suyos, darle las dos satisfacciones que restan en el calendario saliendo vencedor del hermoso escenario.
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