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La familia política

Dependencia emocional versus vínculos respetuosos

La familia política

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Marimar Centeno

Algunas parejas viven un tormento debido a los problemas que se suscitan por diferencias con sus familias políticas. Aceptar que esto es un problema que afecta a la pareja y hacerle frente oportunamente es tan importante como poner límites con las familias de origen desde el momento en que se decide fundar un nuevo hogar.

Óscar tiene diez años de casado, cuando formalizó su unión estaba muy enamorado de Erika, tiene tres hijos y desde hace tiempo ha tenido discusiones con sus padres por puntos de vista opuestos a los de ellos. Los problemas familiares surgieron desde que Óscar inició su noviazgo, su familia le había advertido que si continuaba la relación, perdería los privilegios que tenía. Erika era de un estatus socioeconómico diferente al de él, lo cual nunca fue bien visto por sus padres, hace unos meses la situación entre ellos empeoró al grado de darle a elegir entre su trabajo dentro de la empresa familiar o su esposa.

Algunas parejas se ven en una encrucijada al momento de iniciar su relación, los estigmas sociales tienen prioridad en la escala de valores de un sector de la sociedad mexicana, para quienes es mal vista la unión entre personas de diferente estatus socioeconómico, les importa más el apellido que el amor que puedan sentir el uno por el otro, llegando a privarse en algunas ocasiones de la oportunidad de conocer a un gran ser humano.

En el trabajo psicoterapéutico con parejas, uno de los problemas comunes es la mala relación con la familia política, la mayoría de las familias mexicanas son del tipo denominado 'muégano', es decir, pretenden que prevalezcan de manera muy estrecha los lazos entre los miembros y no promueven su individualización, confundiendo incluso la unión con la intromisión.

PROBLEMAS COMUNES

La interacción social permanente con otras personas puede desencadenar conflictos cuando existen desacuerdos entre las partes involucradas. Uno de los problemas recurrentes en la relación de pareja es a causa de la familia política porque no respetan los límites y espacios de pareja, hay quienes se empeñan en estar presentes en las decisiones importantes como la elección de los nombres de los hijos, la educación que se les dará, la forma de vestirlos, la compra y decoración del nuevo hogar conyugal, entre otras situaciones.

El afán de los padres, de estar opinando siempre en relación al matrimonio de sus hijos, pretendiendo resolver los problemas que se les presenten y argumentando que a través de la experiencia podrán guiarlos, puede resultar muy tóxico, ya que promueven la dependencia, invaden espacios que no les corresponden y crean tensión dentro del sistema familiar porque en ocasiones los hijos políticos se sienten obligados a aceptar en contra de su voluntad la postura de los suegros para evitar un conflicto mayor.

CONTAMINAR EL ENTORNO

Cuando hay hijos en casa, estos pueden resultar afectados a consecuencia de este tipo de problemas. Uno de los descubrimientos de la neurociencia es que nuestra mente nota e imita lo que los otros hacen, a través de la observación podemos saber lo que están sintiendo gracias a las neuronas espejo que se activan al estar con alguien, ayudándonos a entender lo que otras personas sienten, es por eso que podemos reconocer sus expresiones faciales y postura corporal, sin necesidad del lenguaje verbal.

Cuando el ambiente familiar es tenso, los hijos pueden llegar a sentir lo que sus padres sienten, si existen situaciones que emocionalmente no saben cómo manejar, el cerebro se defiende secretando demasiado cortisol, la hormona del estrés y cuando los hijos perciben esto puede generarles angustia, por esa razón se vuelven sintomáticos y presentan cambios conductuales significativos, bajan de calificaciones, se vuelven demasiado irritables, o presentan síntomas físicos como dolores de cabeza, enuresis o trastornos del sueño para distraer la tensión familiar.

SEÑALES DE ALERTA

Óscar y Erika llegaron a tener discusiones muy fuertes, incluso jalones a causa de la intromisión en la relación por parte de los padres de Óscar, ella se sentía cansada emocionalmente, había hecho lo posible por agradar a su familia política sin conseguirlo, se sentía tan lastimada que sus únicos momentos de tranquilidad eran cuando Óscar no estaba en casa.

Si una familia de origen sobrepasa constantemente los límites con respecto a la relación de sus hijos, en algún momento esta colapsará emocionalmente. Si se presentan discusiones constantes, si alguno de los dos no se siente escuchado, muestra desinterés en las actividades del otro, falta de deseo sexual, es momento de desintoxicar la relación. La pareja debe reconocer que hay un problema y si su deseo es seguir juntos, lo más sano será independizarse emocionalmente de las familias de origen para desintoxicar la relación.

Óscar no solamente se quedó sin trabajo, la rigidez de su padre llegó al grado de dejar de hablarle, perdiendo el privilegio de convivir con sus nietos. Esto no significa falta de amor sino falta de entendimiento y de rigidez emocional, para el padre de Óscar en ese momento fue más importante el orgullo y el poder que el cariño y afecto que podría recibir de sus nietos.

Para evitar este tipo de situaciones es muy importante centrarse en el ser, a muchas personas no les resulta fácil renunciar a las opiniones externas carentes de sentido porque así crecieron, depositando su valor personal en estereotipos sociales.

CORTAR EL CORDÓN

Los lazos familiares van a existir siempre y es responsabilidad de cada integrante ser tolerante y paciente con el resto del sistema, al permitir que los hijos se independicen emocionalmente, aprenderán a respetar los espacios de los demás y la comunicación asertiva y positiva ayudará a fortalecer las relaciones.

La formación de una familia es un privilegio, una muestra de amor es respetar el espacio de los demás y su proceso de crecimiento personal. Es necesario que cada persona aprenda a autoconocerse para que a su vez pueda gestionar sus emociones sin que afecten negativamente a las personas cercanas. Pretender resolver la vida de los otros es señal de querer mantener el control y el poder. Si nuestras creencias o acciones han alejado de manera permanente a alguien, debemos tener la humildad de reconocerlo y poner de nuestra parte para solucionarlo, manteniendo el corazón en lo que verdaderamente importa.

Twitter: @Marimar_Centeno

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