Lo más sencillo hubiera sido montarme en su desánimo. Pero él no es una excepción, México padece desánimo. Arturo Escobar subsecretario. ¡Qué capacidad del gobierno EPN para ofender! Un conflicto innecesario. Hay organigramas, orgasmogramas, también favorgramas. Qué favor estará detrás. Cualquier especulación es buena.
El caso detonó su enojo, no tenemos remedio, los partidos son pandillas, todos iguales, me voy a morir sin ver un cambio de verdad, un país sin corrupción, gobernantes respetables y por ahí se fue, justo él, un entusiasta de la alternancia en el 2000 y siempre lanzando iniciativas de cambio. La fecha -19 de septiembre- obligó a un recuento. Recuerda dónde estábamos hace 30 años. El horror del sismo y el pasmo gubernamental. Pero despertó a una sociedad civil que es cada día más fuerte. Por cierto varias organizaciones han decidido no tratar con Escobar.
Inflación, la más baja en más de 40 años. Acuérdate de las tasas de interés en el 200 %. Un banco central autónomo, la flotación del peso y un manejo responsable de las finanzas hoy nos permiten sortear la tempestad. Le puse ejemplos de otras monedas. Pero la deuda me dijo, otra vez crece. Creció, repliqué, pero ahora están obligados a disminuirla. Sí, pero y qué me dices de los recortes, se cae el precio y a recortar, lo mismo de siempre. Tienes razón le dije, las finanzas públicas siguen dependiendo del petróleo, pero la economía mexicana se despetrolizó. ¿Cuándo nos hubiéramos imaginado que la economía cerrada y estatizada de hace 30 años iba a transformarse en una de las más abiertas del mundo y el sector exportador en el motor de la economía?
Pero los pobres se multiplican todos los días. Le expliqué el enredo: la pobreza multidimensional es una fórmula de medición mucho más exigente y sólo disminuirá con crecimiento. Las carencias de lo imprescindible -alimentación, sanidad, educación, servicios médicos- han disminuido. Ve el equipamiento de hogares, y el surgimiento de las clases medias. Hace 30 años nunca hubiéramos imaginado que una empresa como Walmart se convertiría en el principal empleador privado. El estado estaba en todo. Brincamos a las reformas tan cantadas, a la larga va a haber cosecha, le dije, la educativa es de verdad justiciera. Una educación de calidad para todos cambiará el futuro a los niños de Oaxaca, de Chiapas, de Guerrero, etc. Hablamos de las laptops y las tablets que la SEP está distribuyendo y de la necesidad de llevar conectividad a todo el país. Como él es tecnofan se entusiasmó.
Comentamos el número de The Economist en circulación: Los dos Méxicos. Es cierto, el país está dividido, Querétaro crece a dos dígitos y Campeche, por el petróleo, decrece. Lo deseable es la homogeneidad, pero tenemos experiencias de éxito en una economía abierta, hace 30 años no las había. Llevar energía barata al sur es una revolución. No es casualidad que las entidades industrializadas y ricas tengan gas y el sur no. El proyecto trans-ístmico -si se hace- es otra revolución. Imagínate las oportunidades para las entidades directamente involucradas y las aledañas. Estás soñando, si ni el tren a Querétaro se pudo hacer, al de SCT lo debieron de haber corrido, respondió. Seguía enojado y con razón.
Le busqué por otra parte. Recuerda cómo fue la elección del 88, la caída del sistema, Rosario Ibarra, Cárdenas Y Clouthier reclamando fraude. No teníamos una institución electoral independiente, tampoco un tribunal; no había control de los dineros, ni de los tiempos en radio y televisión. La elección de Chihuahua en el 86 fue la antesala, desnudó al aparato autoritario. Bartlett, el rabioso petista de hoy, hostigó hasta a los templos. No se aceptaban ni observadores y a los medios internacionales les ponían obstáculos. ¿Alternancia en la Presidencia? Ni soñarlo, si por todas partes se incendiaban los municipios ganados por la oposición, acuérdate de la lucha de don Luis H. Álvarez. Paridad de géneros, sueño guajiro. Candidatos independientes, hubiera sido herejía.
Brinqué a los derechos humanos, la importante evolución que han tenido en la cultura ciudadana y lo relevante de la más reciente reforma constitucional. A pesar de Ayotzinapa nos movemos. Antipriista de hueso me preguntó molesto, entonces vamos a tener PRI por muchos años. No necesariamente, le expliqué cómo ha evolucionado el voto y la creciente exigencia ciudadana que entusiasma. Piensa en la presencia que hoy tiene la SCJN, no existía. Creo que logré hacerlo dudar.
De regreso, mientras conducía, me invadió un profundo enojo. El desánimo es el peor enemigo para la transformación. Si los ciudadanos piensan que su país no tiene remedio nada tiene sentido, ni trabajar, ni invertir, ni luchar, ni imaginar un mejor futuro. Problemas objetivos hay, pero la factura del régimen en lo subjetivo va muy alta.