Sólo Yimmi Chará (i) y Severo Meza enseñaron algo de amor propio, pero nada para cambiar la historia ya escrita para Rayados. (Jam Media)
El triunfo del Puebla, 2-0 sobre Monterrey, pone el descenso al rojo vivo. La Franja, es verdad, esperará el término de la jornada para saber cuánto le vale la victoria, más allá de los tres puntos, dependiendo de lo que hagan o dejen de hacer UdeG, Guadalajara o Veracruz, estos dos últimos con enfrentamiento directo hoy.
Los poblanos hicieron cera y pabilo de los Rayados, de lo que queda del equipo del norte, el cual seguramente dará las gracias a Carlos Barra como técnico, y también un buen jalón de orejas a sus directivos, encabezados por Luis Miguel Salvador, quien trajo al club auténticos "petardos" como refuerzos, nacionales y extranjeros, los cuales arrancaron en la banca en un claro mensaje de Barra, de que se moriría con la suya, con los que confía, con los que no le "tendieron la camita".
Puebla cosechó lo que había sembrado fechas atrás. La Franja había jugado mejor de los cinco puntos que tenía, ahora llegó a ocho, y pudo haber goleado si no fuera por los postes o la falta de puntería de los delanteros.
Los del "Profe" Cruz llegaron a ocho unidades y en la tabla de cocientes, la que decide quien pierde la categoría, suma 93 puntos en 91 juegos, para un porcentaje de 1.0219.
Puebla se pone a dos del Guadalajara y si los Tiburones llegan a perder, comenzarán a sentir su aliento en la nuca. Los Leones Negros, con su cociente tan frágil, pueden subir demasiado, o enterrarse aún más. Según el resultado.
Pero La Franja jugó y concretó. Desde el primer minuto vio donde le dolía a Monterrey y por ahí atacó. Fue la franja izquierda donde Pajoy, Alustiza y Hérculez hicieron gran equipo, fue por la izquierda donde Juárez y Chávez, zagueros norteños no dieron una, y si no hubo gol fue por falta de puntería y postes.
Al inicio de la segunda parte se abrió el "ostión". Darvin Chávez le facilitó las cosas al Puebla al cometer un evidente penalti. Rey se enfiló y lo cobró a lo "Panenka", con apenas un toque sutil al balón. Enseguida, Alustiza metió un gol a lo "crack" y el juego se definió.
Y eso que quedaba todo el segundo tiempo. Monterrey ni orgullo mostró. la historia ya escrita.
Antonio Mohamed es quien, según los rumores, tiene un pie ya en El Barrial.