Siempre me sorprende esta ciudad de Las Vegas. En el aeropuerto McCarran, mientras espera uno turno ante las ventanillas de migración, se exhibe a todo volumen un video de promoción de la ciudad que por el tono y la música parecería de Walt Disney. Es difícil pensar que Las Vegas fue construida por su apertura al juego y a la prostitución. Ahora bien, es una ciudad que ha utilizado estas libertades para lograr una prosperidad muy amplia.
Las Vegas tiene apenas 603 mil habitantes, pero en 2014 recibió más de 40 millones de visitantes. El juego es el principal anzuelo, pero la ciudad cuenta con muchos otros atractivos. Sus más de 150 mil cuartos de hotel le permitieron en 2013 recibir a más de 5.1 millones de visitantes de convenciones.
De hecho yo me encuentro aquí hoy, a invitación de Samsung, para participar en el International Consumer Electronic Show, el CES 2015, la mayor exposición de productos electrónicos del mundo. A este paraíso de los gadgets acudirán este año unas 163 mil personas (lvol.com).
El CES es el escenario de presentación de las principales novedades electrónicas tanto para grandes firmas, como Samsung Electronics Co. y Sony Corp., como para pequeños productores. Apple ha sido siempre la gran ausente, pero esto no obsta para el entusiasmo y la creatividad. En la zona conocida como Eureka Park, 375 pequeños expositores muestran sus productos.
El mercado de electrónicos depende, más que cualquier otro, de la innovación. Productos que hoy son parte de nuestra vida cotidiana, desde los teléfonos inteligentes hasta la televisión de alta definición, fueron presentados originalmente en el CES. Ha habido, es verdad, muchos productos que no generaron ventas suficientes, como las pantallas de 3D, pero muchos otros toman su lugar en un mercado que se transforma año con año.
Sorprende el interés de las empresas de automóviles por esta exposición. Los vehículos tienen cada vez más electrónica en máquinas y tableros. La conectividad y el entretenimiento son dos de los factores que más ayudan a vender automóviles en la actualidad. En el hotel en que me alojo hay una fuerte presencia de BMW que está promoviendo sus vehículos eléctricos. Los directores generales de Ford Motor Co. y Daimler AG ofrecerán discursos en este CES 2015.
Las impresoras de 3D se están volviendo cada vez más comunes. El "internet de las cosas" --término que designa a dispositivos tradicionales, como cafeteras y lavadoras, con interconectividad-están transformando actividades habituales en hogares y oficinas. Los teléfonos celulares se están convirtiendo en verdaderos controles universales… y no sólo de televisores.
Llevar a un fanático de los gadgets al CES es como soltar a un niño en una juguetería. Pero las tecnologías no son sólo juguetes: abren las puertas a la productividad y a una vida más cómoda. Mucho del trabajo que yo hago hoy como periodista es posible por tecnologías que antes no existían.
Hace algunas semanas entrevisté al presidente del BBVA, Francisco González, que me decía que había comenzado su vida profesional en los sesenta como programador para IBM con una computadora que tenía una memoria de lectura de 8K, o sea, 8 mil bytes o unidades de información. Hoy el teléfono que yo uso tiene 3 GB, o sea, 3 mil millones de bytes, tan sólo en la memoria RAM (de acceso aleatorio) y 32 GB en la ROM (de lectura). "Un teléfono inteligente típico -decía Nancy Gibbs de la revista Time-tiene más poder de computación que la Apolo 11 cuando se posó sobre la Luna."
El CES es la ventana al futuro. El mundo, después de todo, ha cambiado más por la tecnología que por la política. Pero los mexicanos prestamos demasiada atención a los políticos y no la suficiente a los cambios tecnológicos que están transformando al mundo.
INCERTIDUMBRE
Los mercados bursátiles se desplomaron ayer en el mundo. El peso cayó víctima también. Hay una enorme incertidumbre internacional sobre el futuro de la economía.
Twitter: @SergioSarmiento