Cada año es un ciclo. Cada ciclo que se cierra y cada ciclo que se abre representa una oportunidad de reflexión sobre proyectos, avances y pendientes. Este ejercicio se practica de forma individual y de forma colectiva. Estos primeros días de 2015 son un buen momento para revisar, desde un enfoque periodístico, los retos que a grandes rasgos enfrenta La Laguna en distintos tópicos en este nuevo ciclo que comienza.
La seguridad… todavía. De acuerdo a la encuesta más reciente (octubre) del Barómetro de Opinión Pública de México Avanza, la inseguridad sigue siendo la principal preocupación de la ciudadanía lagunera. Y esto es así a pesar de la disminución que reportan las autoridades en todos los indicadores delictivos. Cabe mencionar que si bien es cierto esa baja en 2014 es considerable (entre 30 y 50 por ciento en la mayoría de los delitos, según las estadísticas oficiales), la comparación se da con los años 2013, 2012 y 2011, que han sido los más violentos en la historia reciente de la comarca. Por lo tanto, la situación dista mucho de ser la óptima y deseable. Incluso, los índices se encuentran aún por encima de los años previos a la guerra entre cárteles que convirtió a la región en un campo de batalla. Por otra parte, aún no son claros los resultados de la estrategia para la prevención de la violencia en los sectores más marginados, que se convirtieron en auténticos proveedores forzados de la carne de cañón -muy joven- de los cárteles. Además, en 2014 algunos sucesos relacionados con asesinatos y videos que circularon en redes sociales dejan ver que la presencia y operación de los grupos del crimen organizado son vigentes. En el caso específico de Gómez Palacio y Lerdo, la reestructuración de las policías municipales se mantiene como una asignatura pendiente. De igual modo, la mejora en la eficiencia de las oficinas regionales de la Procuraduría de Justicia de Coahuila y la Fiscalía General de Durango es una promesa que se ha postergado.
Sin trabajo no hay prosperidad. En el segundo lugar de la lista de preocupaciones se encuentra el empleo y el desarrollo económico. En este sentido, la Comarca Lagunera ha estado sumida en un estancamiento, producto de una sequía de inversión la cual parece que apenas comienza a disiparse. No obstante, los datos de 2014 si bien son positivos, distan todavía de mostrar un panorama halagüeño a mediano plazo. De acuerdo con los cálculos del equipo de investigación de El Siglo de Torreón para el Resumen Económico 2014, el Producto Interno Bruto de la región creció 2.2 por ciento el año pasado, lo cual es 0.1 por ciento más que el país y 0.3 más que Durango, pero no llega ni a la mitad que el crecimiento registrado en Coahuila, que fue de 4.9 por ciento. Esta realidad refleja que La Laguna sigue estando rezagada respecto a la región Sureste, donde se ubica el corredor Saltillo-Ramos Arizpe, que ha acaparado la mayor parte de la inversión en los últimos tres años. La relación en cuanto a monto es que por cada dólar que llega a la comarca, 10 arriban a la capital del estado. La explicación es multifactorial: abandono por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno; escasa diversificación económica; excesiva dependencia del sector primario; poco desarrollo de cadenas productivas de alto valor, como la automotriz, y rezago en hospedaje industrial. En todos lo aspectos hay mucho por hacer.
Y sin prosperidad… la eterna pobreza. De acuerdo a las estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social, cuatro de cada diez laguneros viven con algún tipo de carencia. Esto quiere decir que más de 500,000 personas viven en estado de pobreza en la región. De ésos, más de 50,000 entran en la categoría de pobreza extrema. O sea, pobres entre los pobres. Llama la atención la persistencia de este problema con todo y que año con año se destinan ingentes cantidades de recursos en programas sociales, desde el gobierno federal hasta el municipal. El asunto en este sentido es que la mayor parte de dichos programas es de corte asistencial, es decir, que no resuelven de fondo el problema, y en muchos casos son utilizados para fortalecer los lazos clientelares que redundan en un uso electoral de los apoyos. Así, en vez de contribuir a sacar a toda esa gente de la pobreza, lo que se consigue es crear un círculo vicioso que impide el desarrollo de los que menos tienen. Este es otro de los retos en el que, considero, la sociedad civil debe participar como vigilante y garante del buen uso de los recursos del desarrollo social.
Movilidad… ciudadanos de "primera" y de a pie. La zona conurbada de La Laguna se ha expandido bajo el paradigma del automóvil. Más del 95 por ciento de los recursos que se invierten en obras de infraestructura vial es para el beneficio (incluso a veces hasta éste es dudoso) de la minoría de la población regional que cuenta con automóvil. De unos años para acá el discurso oficial ha tomado el tema de la movilidad sustentable e integral como parte de su agenda. No obstante, las políticas aplicadas aún son de alcances limitados y los grandes proyectos, como el sistema de transporte metropolitano, se ven obstaculizados por la falta de coordinación entre ambos lados del río Nazas y la falta de visión de integración regional. De tal forma, mientras se pretende conectar a las ciudades de la llamada zona metro, se olvida a las demás. Un ejemplo: un habitante de Viesca hace tres horas en un camión de condiciones lamentables para llegar a Torreón; mismo tiempo que hace una persona en auto particular a Monterrey. Por otro lado, la conectividad de la región con el resto de los estados y el país aún presenta pendientes. Ejemplos: la carretera "interminable" San Pedro-Cuatro Ciénegas, y la carretera inconclusa Viesca-Parras, la cual fue inaugurada por el gobernador Rubén Moreira sin los seis puentes que requiere.
Gente sana en un ambiente sano. El rezago hospitalario en La Laguna frente al desarrollo que han tenido en este aspecto las capitales estatales es más que evidente. Mientras que en Saltillo y en Durango se construyen centros sanitarios de primer orden, en Torreón no se ha podido terminar un Hospital General que inició hace cinco años y en Gómez Palacio el proyecto de un nuevo nosocomio sigue en el aire. En cuanto al medio ambiente, los pendientes principales giran en torno a frenar la sobreexplotación del acuífero; avanzar en el control de emisiones de gases y partículas contaminantes a la atmósfera; acabar con la tira clandestina de basura y escombro; garantizar la supervivencia de las especies plantadas en las campañas de reforestación, y, por último, el cumplimiento en tiempo y forma de los proyectos de parques prometidos por los alcaldes y gobernadores.
Esta lista no abarca todos los problemas regionales, obviamente. Sólo sugiere algunos de mayor relevancia. Seguro hay más temas. Independientemente de ello, ¿podrán las autoridades con el paquete? ¿La sociedad permitirá más demoras y promesas fallidas?
Dialoguemos en twitter: @Artgonzaga
O por correo electrónico: argonzalez@elsiglodetorreon.com.mx