Congeló el cronómetro en 4:34:54 horas. (EFE)
Andorra se pintó de azul celeste durante la undécima etapa de la 70 Vuelta a España, pues el equipo Astana arrasó con victoria, a través del local Mikel Landa, y con el asalto a la clasificación general, mediante el italiano Fabio Aru.
Dicha septuagésima edición, en el marco del 80 aniversario de la ronda ibérica, tenía como uno de sus platillos principales este inédito recorrido por el Principado, donde se presupuestaron seis puertos, en un total de 138 kilómetros de Andorra la Vella a Cortals d'Encamp.
Fue en este trazado tan especial que la escuadra kazaja encontró la resurrección perfecta, luego de estar en el ojo del huracán en la segunda jornada, en la cual Aru había perdido tiempo valioso respecto a los principales favoritos y además, el siciliano Vincenzo Nibali fue descalificado por apoyarse en un vehículo.
La mesa estaba servida para un duelo de escaladores, en busca de desbancar al holandés Tom Dumoulin, líder hasta antes de este final, siendo el gran candidato el catalán Joaquim Rodríguez, pues al ser residente de Andorra, colaboró en el diseño del camino de hoy.
No obstante, la dupla Landa-Aru sacó la casta y despertó viejos recuerdos obtenidos en el pasado Giro de Italia, donde ambos coquetearon con el trofeo.
El acierto radicó en que Landa fue parte de una fuga tempranera de casi 20 elementos, a quienes supo ir seleccionando al correr de la ruta y a falta de siete kilómetros, entre él y Aru ejecutaron un ataque letal, siendo el alavés quien cruzó primero al congelar el cronómetro en 4:34:54 horas, un minuto y 22 segundos por delante de su jefe de filas.
Contrario a las alegrías del Astana, el británico Christopher Froome, campeón actual del Tour de Francia, sufrió una caída al kilómetro cuatro y pese al apoyo de sus gregarios del Sky, el desgaste por reengancharse con el pelotón le terminó pasando factura y luce difícil que pueda remontar en la general.
Luego de tantos ascensos de cuidado, el pelotón rodará este jueves por 173 kilómetros de mayor tranquilidad, con salida en territorio andorrano, en Escaldes-Engordany, hasta llegar a suelo catalán, en Lleida, el único punto de relevancia será el Coll de Bóixols, un puerto de segunda categoría.