Unidos. Niños y padres de familia se reunieron en el Ángel de la Independencia para soltar los globos.
Los deseos para que se esclarezca la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa llegaron hasta los Reyes Magos.
Niños y niñas acudieron a las escalinatas del Ángel de la Independencia acompañados de sus padres, donde escribieron peticiones para el 6 de enero.
Las cartas fueron amarradas a globos con helio blancos, con las siluetas de los tres Reyes Magos y retratos de los jóvenes desaparecidos. "Pido justicia para toda la impunidad que existe en México", escribió con crayolas una niña.
"Queridos Reyes Magos yo les quiero pedir crecer y no desaparecer", decía el papel de otro niño que terminó con las manos verdes de pintura.
La acción fue convocada a través de redes sociales con la etiqueta #GlobosPorAyotzinapa, que al igual que la ofrenda floral montada hace días frente a Palacio Nacional surgió de ciudadanos sin ningún tipo de afiliación.
"Queremos enseñarle a los niños que al Gobierno no hay que pedirle sino exigirle que haga su trabajo", comentó Jorge Meléndez Preciado, uno de los organizadores.
"Y que sepan, nuestros niños, que las acciones ciudadanas también cuentan", dijo.
Gabriela Martínez forma parte de un grupo llamado Contingente Carreola, que difundió en Facebook la convocatoria, y llevó al Ángel a sus hijos de 2 y 4 años.
El mayor le va a pedir a los Reyes Magos una bicicleta, chocolates y justicia por Ayotzinapa.
Junto a sus padres, alrededor de 50 niños, de entre año y medio y siete años de edad, llegaron al lugar, contaron hasta el 43, gritaron "¡Justicia!"
TOMAN CASETA
Turistas que regresaban a sus destinos de origen, encontraron la caseta de Palo Blanco de la Autopista del Sol tomada por personas, algunas encapuchadas y que se identificaron como maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG).
Los manifestantes pidieron cooperación a los automovilistas, según explicaron, para continuar con su movimiento por la presentación con vida de ahora 42 normalistas de Ayotzinapa, de los 43 que fueron desaparecidos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre en Iguala. Los turistas daban entre 20 a 50 pesos a los manifestantes.
La protesta inició cerca de las diez de la mañana. Unas 50 personas, algunas cubiertas del rostro, pero con sombreros donde se leía "Ayotzinapa" y "Región Centro", tomaron los ocho módulos de cobro de la vía de cuota. Pedían cooperación voluntaria, aunque había quienes portaban letreros con la leyenda "$30 pesitos", cuando el costo normal de la caseta es de 50 pesos.
El flujo vehicular a diferencia de otros días fue más numeroso. Los automovilistas pasaban por sus unidades con mayor presencia en los carriles que conducen de Chilpancingo hacia la Ciudad de México, sin embargo, en los dos carriles se notó una gran cantidad de unidades con placas de diferentes estados del país.
Los inconformes, sin querer proporcionar su nombre, explicaron que el movimiento por la exigencia de presentación con vida de los desaparecidos de Ayotzinapa recobrará fuerza el diez de enero próximo, porque no van a permitir que un "crimen de Estado" quede en la impunidad, y que los deudos de las personas asesinadas no consigan, por lo menos, castigo a los responsables.
La toma de la caseta inició a las diez de la mañana y de acuerdo con los manifestantes, estarían hasta las 18:00 horas, para después regresar a su campamento que mantienen en la plaza pública Primer Congreso.