Atentado. Varios iraquíes inspeccionan el lugar del atentado cerca del Hospital Al Yarmouk en Bagdad (Irak).
El Estado Islámico (EI) tomó ayer tres localidades de Ramadi, capital de la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, tras cruentos combates con las fuerzas iraquíes, por lo que la ciudad podría caer en cuestión de días a manos de los yihadistas.
Tras la toma de las localidades de Sjariyah, Albu-Ghanim y Sufiya, que estaban bajo control del gobierno y que conducen al centro de Ramadi, se originaron enfrentamientos en el este de la ciudad, cerca del edifico del gobierno local, reportó la cadena árabe Al Arabiya.
En Sufiya, los yihadistas bombardearon una estación de policía y tomaron el control de una planta de energía, en el marco de su ofensiva lanzada ayer por la madrugada en la provincia de Anbar, la cual ha provocado una veintena de muertos y la huida de cientos de residentes.
El jefe adjunto del Consejo Provincial de Anbar, Falih Essawi, informó que no está claro cuánto tiempo más las tropas gubernamentales pueden sostener el frente de batalla contra la ofensiva del EI, por lo que pidió la ayuda de la coalición internacional, dirigida por Estados Unidos.
Su petición de ayuda llega un día después de que el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, se reunió en Washington con el presidente estadunidense, Barack Obama, en busca de un mayor apoyo a la lucha contra el EI.
La ofensiva del grupo extremista en Ramadi muestra su resistencia, pese a meses de ataques aéreos por parte de la coalición y su reciente derrota en la norteña ciudad de Tikrit.
Autoridades de Anbar han advertido que la ciudad de Ramadi puede caer en manos de los yihadistas si no llegan refuerzos militares urgentes para frenar el avance del EI.
