En noviembre de 2014 el Presidente de la República anunció que en febrero habría de proponer al Congreso la creación de tres zonas económicas especiales con la finalidad de impulsar el desarrollo socioeconómico de determinadas regiones particularmente atrasadas del país. Las tres zonas del caso son el corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Puerto Chiapas y el área de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Se tendrá especial interés en desarrollar en dichas áreas las actividades agroindustriales. Ha habido comentarios en el sentido de que no es factible realizar tales proyectos sin tomar en cuenta otros muchos factores socioeconómicos regionales que se requiere atender como protección contra la violencia y respeto a los derechos humanos .
En realidad no hay tanta complicación. Cuando se habla de "zonas especiales a la manera de las zonas chinas", estamos hablando de áreas destinadas a la instlalación de operaciones manufactureras o de procesado de artículos agropecuarios.
Desde hace ya muchos años existen en México diversos programas que dan las mismas facilidades que ahora se asignan a las zonas económicas industriales. Desde las promociones que en los años sesenta se echaron a andar con el Programa de la Frontera que buscaba crear plantas de ensamble para aprovechar y adiestrar mano de obra nacional en labores preindustriales. Posteriormente han nacido los parques industriales como el de Altamira, Tamaulipas.
En la actualidad hay numerosos parques industriales dotados de facilidades fiscales diseñados para realizar operaciones de ensamblaje o maquila. Empezando por las plantas antomotrices, las dedicadas a las industrias electrónicas. El alto volumen de producción de esas plantas hacen de ellas un soporte irremplaplazable de la economía mexicana.
Las llamadas Zonas Especiales no sólo son para desarrollar zonas retrasadas del país sino para promover un desarrollo equilibrado y moderno de amplias zonas del país entero. Otros países cuentan desde hace tiempo numerosas zonas especiales que consisten en segregar áreas del espacio fiscal normal para aplicar en ella un régimen especial o de excepción.
Establecidas desde hace muchas décadas en China son ahora muy numerosas las zonas en ese país. Nosotros hemos considerado que esas zonas son para favorecer la importación temporal de artículos destinados a su reexportación una vez que son procesados o se les haya añadido elementos que aumentan su valor.
Una vez más se confirma que somos notoriamente tardíos en resucitar una fórmula que desde hace muchas décadas existe. Ahora resulta que tenemos que combinar con otros factores como esquemas y programas de seguridad y hasta de derechos humanos para poderlo implementar. También llama la atención el que un esquema que desde hace tiempo existe en México bajo la forma de parques industriales dotados de facilidades fiscales dedicadas a la exportación, ahora requiera tanto tiempo para crear nuevos.
Las conocemos desde hace muchos años también y han sido la base de la gran industria maquiladora o ensambladora que ocupando a millones de trabadores muchos de ellas de origen rural, son la pieza más firme de la ocupación nacional. Estos parques mexicanas alojan empresas individuales que se han beneficiado ampliamente de las exenciones de impuestos de importación.
Los programas IMMEX también tienen la misma finalidad de favorecer la producción de manufacturas realizadas con insumos importados a los que se les añade valor agregado. No hay, pues tanto nuevo en el anuncio presidencial sobre "zonas económicas a especiales" ni hay razón para dilatar su inmediata creación, no en tres sino en muchos lugares más.
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