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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Quizá venga del dragón

Juan Recaredo

Un funcionario, una actitud o una disposición draconiana es aquélla que nos hace quejarnos por su dureza, por su severidad.

¡Protestamos por esa medida draconiana! Exclamamos por ejemplo cuando nos aumentan al doble el costo de la luz porque el gobierno necesita más dinero para hacer obras relumbrosas, muy lucidoras, debido a que están cerca las elecciones y nos quiere apantallar para que votemos por los candidatos de su partido.

¿Y qué quiere decir draconiano, o de dónde viene esa palabra? Hay quien asegura que el adjetivo draconiano deriva de dragón, porque el dragón era una serpiente a lo bestia, una impresionante criatura a la que le salieron patas y alas y que se pasa la vida echando lumbre por la boca como si fuera automovilista embotellado en el periférico por causa de una manifestación.

Pero la palabra draconiano aunque se parezca, no viene de dragón sino de Dracón, un conocido político ateniense que a fines del Siglo VIII antes de Cristo se le ocurrió impulsar una nueva ley basada en los gustos y pareceres de las familias de la nobleza.

Claro que con esa ocurrencia, Dracón provocó tremendas broncas porque la ley era muy estricta, muy severa con aquél que se atreviera a violarla (a la ley) y si te metías en esos problemas no te salvaba ni Dios Padre. Eso fue lo que le ganó a Dracón que se hiciera el adjetivo "draconiano" en su honor.

Y ya que estamos "hablando" de gente prepotente, déjeme contarle algo acerca de los energúmenos. Cuando un tipo se enoja mucho, se sale de sus casillas y empieza a golpear o a romper cosas sin control, se dice que "está hecho un energúmeno" y todos estamos de acuerdo con la expresión y todo está muy bien, excepto por una cosa: que no sabemos qué es un energúmeno.

La palabra energúmeno viene del griego "energeia", que es la fuerza, el poder, la acción y "menos" que se refiere a furia o rabia. Antiguamente, se suponía que los energúmenos eran poseídos por el demonio o por algún otro espíritu maligno.

Por supuesto, que los energúmenos siempre están en movimiento… es que eso de traer el diablo adentro de uno, pues como que no es como para estarse quietecito, sino que el endemoniado se agita como si fuera un pelele hasta que viene un exorcista a hacer su chamba. Todo eso según las creencias religiosas de cada quien.

Escríbale a don Juan Recaredo:

La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Tengo un mensaje del Dr. Bernardo Barcelata de Xalapa, Ver., quien nos pide aclarar si es correcto usar en plural la palabra "gente".

RESPUESTA:

La palabra gente se puede usar como cualquier sustantivo en singular o en plural. Hasta hace poco tiempo, se consideraba un error utilizar la palabra gente como sinónimo de persona, decir, por ejemplo: Vinieron muchas gentes, en lugar de referirse a que vinieron muchas personas. Sin embargo, el Diccionario de la Real Academia Española, en su más reciente edición, admite ese uso.

En muchas guerras, se ha optado por militarizar a los civiles, pero ¿se ha intentado alguna vez civilizar a los militares? ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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