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Las palabras tienen la palabra

Increíble lo que pasa en un velorio

JUAN RECAREDO

Cleto el Jujuy sus ojitos cerró, todo el equipo al morir entregó…

Con su clásica y magistral caricaturización de la vida cotidiana, Chava Flores narra en esta cómica canción un típico velorio mexicano que, a pesar de ser un acto doloroso, tiene muchos ribetes de risa loca.

Imagínese usted que en "Cerró sus ojitos Cleto", después de llorar a moco tendido, los dolientes se dedican a contar chistes colorados y luego se ponen a jugar a la baraja hasta que "la viuda en un albur, pierde la caja…", refiriéndose por supuesto a la caja del muerto, o sea el mismísimo ataúd, con el agravante de que luego en el revire, pierde también al muerto.

Para nosotros los mexicanos, el velorio es el acto de velar a un muertito, donde eso significa acompañarlo a la luz de las velas cuando ya es la última oportunidad de verlo, cuando ya está muy quietecito en el ataúd, "bien muertito de pies a cabeza", nada más esperando a que lo lleven a enterrar, o como se estila ahora, a convertirlo en un puñado de ceniza.

La velación, ese acto de poner al cadáver algunas horas entre cuatro velas, nació en la antigüedad, cuando te morías pero no había la seguridad absoluta de que estabas muerto, podías ser víctima de algún ataque y entonces te colocaban ahí un buen rato para darte la oportunidad de que despertaras, alentado por la luz de las velas, si es que todavía no habías "colgado los tenis" realmente.

Lo curioso del caso es que un acto que en principio es una especie de ritual luctuoso, termine convertido casi en una fiesta donde los asistentes se alcoholizan y se divierten.

"Ya pasa la botella, no te quedes con ella, y la botella tuvo el final de Cleto: murió, murió, murió."

Cuando llegas a la "capilla ardiente", al entrar no debes olvidar poner tu mejor cara de congoja. Luego, búscate a la comadre ahora viuda para que le des el "pésame" con un apretado abrazo diciendo alguna frase como "No somos nada, comadre…", "pues el compadre no se fue, nada más se nos adelantó" y "la acompaño en sus sentimientos y ya sabe que estamos con usted para lo que se le ofrezca", mientras interiormente estás pensando que la mujer "todavía tiene pedazos buenos".

Una vez que has cumplido lo reglamentario, te vas a buscar un cafecito que nunca falta, te tomas primero uno simple, luego el clásico "café con piquete" y terminas entrándole al piquete solo y directamente.

Luctuoso es lo referente al luto y ésta es una palabra de origen latino, que viene de luctus, que significa dolor o aflicción. Luctus, a su vez, se deriva del verbo lugere, que significa lamentarse, llorar por la muerte de alguien, y de la misma raíz viene la palabra lúgubre, que se refiere a algo o alguien muy triste, profundamente triste, lo cual, como suele suceder muy al estilo mexicano, frecuentemente se convierte en un festejo divertido.

Escríbale a Don Juan Recaredo:

La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Edna Castillo quiere saber cómo es correcto decir: ¿te espero ahí o te espero allí? Sé que son sinónimos, pero ¿cuál es la forma correcta de expresarlo?

RESPUESTA:

Los adverbios AHÍ y ALLÍ no son sinónimos. Se usan para casos diferentes. Depende de la cercanía con el que lo dice: AQUÍ es para señalar algo que está junto al que lo dice. AHÍ se usa cuando el objeto está un poco retirado del que lo dice. ALLÍ cuando está aún más retirado que el anterior y ALLÁ cuando está muy retirado del que lo dice.

Reflexión para terminar: El que no puede lo que quiere, es mejor que quiera lo que pueda. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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