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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

"Y por tanto" no es "sin embargo"

JUAN RECAREDO

Hay una canción muy bella que bellamente canta Charles Aznavour, cuyo título es Y por tanto. Es una canción francesa traducida al español y en sus primeros párrafos dice "Yo sé muy bien que un día yo despertaré y para mí, el sol no brillará, el amor que te di no será ya tu amor, por mi bien, por mi bien". Luego reafirma lo dicho: "Y sin dolor ni llanto yo me alejaré, derecho iré sin ganas de volver, sin mirar para atrás yo quisiera borrar, tu mirar, tu pesar y tu voz y tu voz". Como usted puede ver, la letra expresa la decepción de un tipo a quien el amor de su vida un día lo va a abandonar. Entonces dice "...y por tanto, yo no te dejaré de amar, y por tanto yo no te dejaré de amar", y así lo repite varias veces.

La canción me llamó la atención principalmente porque, como le digo, es una hermosa canción y Aznavour es un excelente intérprete, pero también porque hay algo en la letra que no concuerda. En primer lugar, la expresión "y por tanto", en español es una locución adverbial que significa "por lo cual, por lo que…" y se me hacía muy raro que el tipo dijera: "Yo sé muy bien que un día te vas a ir por lo cual yo no te dejaré de amar", hasta que por un amigo que sabe mucho francés me enteré que la expresión francesa pourtant no quiere decir "por tanto", sino que quiere decir "sin embargo", o sea que la letra de la canción que en francés se llama "Et pourtant" está mal traducida. Lo correcto sería "Y sin embargo".

Si toma usted la letra en español de esa canción y le cambia la expresión "y por tanto" por la frase "sin embargo", verá que todo concuerda a la perfección. El sentido de la letra en este caso sería "Yo sé que un día te vas a ir y me vas a dejar, y sin embargo yo no te dejaré de amar". Eso sí tiene lógica.

En nuestro idioma español, hay una influencia innegable del francés. Esas palabras y expresiones son los llamados galicismos, porque provienen de Francia y Francia era antes Las Galias.

En español, cuando hablamos de coraje generalmente nos referimos a ira, a irritación, pero en francés courage significa algo muy diferente. Courage es valor, decisión, ánimo. De todas maneras, no falta quien use esta acepción de la palabra coraje para animar a alguien a "echarle muchas ganas", "échale coraje al asunto y saldrás adelante", pero esto empezó por una equivocada traducción de courage en francés.

Ese delicioso embutido que en francés se llama paté de foie gras, en español lo llamamos paté, que es una pasta comestible hecha con el hígado de algunas otras aves o de cerdo que también es muy rico. El problema viene cuando a alguien se le ocurre ponerle al paté una h intermedia y entonces no se refiere al embutido, sino a los señores Pathé, dos hermanos que nada tienen que ver con la salchichonería. Los hermanos Pathé son famosos porque le compraron la patente del cine a los Hermanos Lumiere, que fueron los que lo inventaron, nada más que vendieron esa patente, ¿sabe usted por qué? ¡Porque no le vieron mucho futuro a la industria cinematográfica! ¡Qué bárbaros!

En México -y creo que también en Estados Unidos- cuando vamos a un concierto de música selecta o cuando vamos a la ópera y nos gusta mucho el espectáculo, al terminar no gritamos ¡o-tra, o-tra, o-tra! Como lo haría cualquier público vulgar de niñas quinceañeras o de aficionados a la música grupera. Nosotros gritamos ¡Encore! que nos parece sumamente elegante. Encore en francés significa ¡Más! O sea, que con el vocablo encore, estamos pidiendo más, más canciones, más música, más programa. Lo curioso del caso es que los franceses, cuando se encuentran en esa situación, no gritan ¡Encore! Simplemente piden ¡Bis! Que significa repetición.

Escríbale a Don Juan Recaredo:

La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Por qué a algunos animales se les llama rumiantes? Karina Brito.

RESPUESTA:

Los rumiantes son animales que rumian, es decir, que mastican los alimentos por segunda vez, volviéndolos a la boca una vez que han sido masticados en la primera ocasión.

Me retiro con este sabio refrán que dice: El que más habla, es el que más tiene de que callar. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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