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Las Palabras Tienen la Palabra

La vacuna y el ganado

JUAN RECAREDO

¿Qué relación hay, o no hay ninguna, entre el ganado vacuno y las vacunas que lo hacen a uno inmune a una enfermedad mediante la inoculación de la enfermedad misma en dosis pequeñas y que por lo mismo resultan inofensivas? Esa es una pregunta que mucha gente se hace y aquí le tengo la explicación.

La vacuna constituye una de las medidas que mayor beneficio ha producido y sigue produciendo a la humanidad, previniendo enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas.

Gracias a las vacunas, se ha conseguido erradicar la viruela, se ha combatido muy eficientemente a la poliomielitis en el mundo, el sarampión ha dejado de ser lo terrible que era hace relativamente pocos años, y algo similar se puede decir de la difteria y de otras enfermedades como la tos ferina, el tétanos y la hepatitis B, cuya proliferación ha sido controlada con vacunas.

La palabra "vacuna" viene del latín vaccinus, que es lo referente al ganado vacuno y éste viene de vacca, que se refiere a eso: una vaca con sus cuernos, sus rosadas ubres columpiándose y todo lo demás.

La historia de la relación entre vacunas y vacas empieza con el médico rural Edward Jenner, quien en 1796 observó que los granjeros que estaban en contacto constante con las vacas adquirían una enfermedad leve llamada "viruela de vaca", y luego quedaban inmunes para la viruela humana que sí era brava y que causaba la muerte de mucha gente al contraerla.

Entonces, el Dr. Jenner tomó de la mano de una granjera una muestra de la viruela de las vacas y se la inoculó en el brazo a un niño de ocho años. El chamaco que no sabía que lo habían agarrado de "conejillo de indias", se enfermó presentando algunos síntomas de la viruela de vaca y pronto se alivió. Luego, el experimentador le inoculó viruela humana y el muchachito/conejillo se quedó como si nada.

Fue entonces cuando el Dr. Jenner debe haber inventado la frase "lo sospeché desde un principio" que siglos después le fusilaría Chespirito para adjudicársela al personaje del Chapulín Colorado. (Je je).

Lo que el doctor se había sospechado y que resultó cierto es que, al contraer la enfermedad de las vacas, el cuerpo del enfermo se ponía a trabajar intensamente fabricando los famosos anticuerpos que dedican su vida y sus esfuerzos a combatir a los microorganismos que producen aquella enfermedad. Por eso, se llaman vacunas las vacunas.

Así son los orígenes de las palabras. Ahí tiene usted a la milla, que proviene de la palabra mil. En la Antigua Roma, la palabra milia era una reducción de milia passouu, que significa mil pasos. Para los romanos, la milla era equivalente a 1478 metros y medio, que es la distancia que recorre una persona promedio al haber caminado mil pasos.

Escríbale a Don Juan Recaredo:

La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

José Luis Hernández López: En el periódico del lunes 25 de enero de 2010, aparece una nota títulada: "ERRAN NOMBRES DE LOS CONSTITUYENTES". La nota habla de las faltas de ortografía escritas en la puerta del salón de sesiones del Congreso de Guerrero. ¿Es correcto decir ERRAN?

RESPUESTA:

Sí, es correcto. El verbo errar se conjuga así: Yo yerro o erro, tú yerras o erras... ellos yerran o erran.

Sabia reflexión para terminar: ¿Qué es la fuerza sin una doble proporción de sabiduría? ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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