Ingeniero, fíjese que hoy no vino Normita… ¿Qué, qué? Sí ingeniero. Habló Normita que está enferma su mamá. ¿Mi mamá? No, ingeniero, está enferma la mamá de Normita. ¿Está enferma la mamá de Normita? Bueno, pero Normita está sana, entonces ¿por qué no viene? Pues porque tiene que quedarse a cuidar a su mamá que está enferma. ¡Pero si Normita no es enfermera!
Todos los argumentos que esgrime el inge en la oficina son exclamaciones desesperadas porque él sabe que la oficina sin Normita, no funciona. Él es el jefe, claro, pero Normita es la que sabe donde están las cosas, ella es la que lleva la agenda de citas, los teléfonos de clientes y proveedores, ella es la que sabe redactar una carta, ¿cómo le voy a hacer sin Normita? Dice el inge, poniendo cara de tragedia, casi casi de catástrofe.
No vino Normita y el ingeniero monta en cólera, monta en incertidumbre, monta en todo menos en caballo porque en caballo no sabe montar. Pero ya no hay remedio. Normita no vino y habrá que arreglárselas sin ella. En eso está meditando el inge y se da cuenta que algo le molesta ¿qué es? ¡Ay, ya contesten ese teléfono! ¡Normitaaaa…! Ha de andar en el baño. ¿Pero qué estoy diciendo? ¡Normita no está! ¡Tengo qué contestar yo! Para contestar este maldito teléfono, hay que picar este botón, ¿o es éste? ¡Yaaa! ¡Ya cállate condenado teléfono, ya te voy a contestar, ¿qué no ves que Normita no vino, imprudente?
Bueno… dígame ingeniero. No, no quiero hablar con usted… mi teléfono está llamando y no está Normita. ¿Qué botón debo aplastar? El suyo es el tercero, ingeniero. Oprima el botón de la luz verde, el tercero…. Sí, sí. Bueno. ¿Ingeniero? Habla Lolis. Dice mi jefe que cite a los supervisores porque se van a reunir a las tres en la Sala de Juntas. ¿E En la Sala de ju ju juntas, Lupita? No soy Lupita, habla Lolis, ingeniero. Ah, sí, claro, Lolis… sí…gracias Lolis. ¡En la sala de juntas, claro! Sí ingeniero, ¿le pasa algo? ¿A mí? Ja ja no, nada. Todo está bien, Blanquis. Soy Lolis, inge… y ahí le encargo, ya ve que mi jefe es muy exigente con la puntualidad. Y cuelga.
Era Lolis… ¡Claro, Lolis! ¿Pero quién diablos es Lolis? Voy a preguntarle a Normita… ¡Pero si Normita no está! ¡Dios mío! Habló Lolis, ¿quién es Lolis? Ah, pues claro, Lolis es la secretaria de… ¡La secretaria del Sr. López Cano! ¡Claro, Lolis! Es la secretaria del Sr. López Cano, el que "trabaja de dueño". Él es el gran jefe y tengo qué citar a los supervisores para las tres en la Sala de Juntas. Tengo que… ¡Dios mío! Creo que voy a tener que redactar un memorándum. ¡Sí, tengo que redactar un memorándum y enviarlo para que los supervisores estén todos muy puntualitos a las tres en la Sala de Juntas!
Tengo qué redactar un memorándum… Dios mío, Normita, qué mala… ¿Por qué no vino? Sí, ya sé que su mamá está enferma, pero, ¿cómo le voy a hacer yo para resolver las cosas de la oficina que nada más usted sabe hacer? Yo sé que usted en un minuto redacta un memorándum, pero yo… no sé cómo hacerlo.
Bueno. Aquí voy: A todos los supervisores. Se les suplica… ¡no! ¿Cómo que se les suplica…? Ya estaría yo para andar suplicando cosas. Mejor le pongo: Favor de presentarse… No, no suena. Por orden del Sr. López Cano… No. ¡Madre Santa! ¡Nunca pensé en lo difícil que es redactar un memorándum!
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La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Abel Rodríguez: ¿Cuándo se hace una pregunta hay que escribir "por que" o "Porque"?
RESPUESTA:
Cuando se hace una pregunta, lo correcto es escribir Por qué en dos palabras y con acento en la e. Por ejemplo: ¿Por qué ya no me quieres? La palabra porqué, con acento en la e es un sustantivo, por ejemplo: "Quiero saber el porqué de las cosas".
Me voy con esta reflexión. Nada muestra tan claramente nuestro carácter como aquello que nos hace reír. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.