El 7 de junio millones de personas eligieron en las urnas a sus representantes, pero la definición de su voto tiene mensajes que ameritan una reflexión profunda: alternancia, candidaturas ciudadanas y un claro fraccionamiento en el sistema de partidos, son reflejo del hartazgo y la desconfianza hacia la política. Partir de reconocerlo, es iniciar con la solución.
No obstante que con la reforma electoral vivimos el proceso electoral más vigilado y auditado de nuestra historia y que podemos hablar de una jornada cívica en paz, muchas campañas contribuyeron al desencuentro:
¿Cuántas dejaron de lado las propuestas para centrarse en desprestigiar al adversario o simplemente capitalizaron el encono de una sociedad que lleva tres décadas con el mismo porcentaje de personas en condiciones de pobreza?; ¿descalificar prueba capacidad?; ¿cuántas fueron capaces de acreditar resultados para promocionarse como una opción?
En el año 2009 contendieron ocho partidos políticos, que aumentaron a 10 este año, con la diferencia de que en este proceso, el tripartidismo que por muchos años tuvimos, se modificó con el crecimiento de otras fuerzas políticas tradicionalmente minoritarias.
Ante un escenario de fragmentación partidista y la opción de candidaturas ciudadanas, el reto es avanzar en la calidad de la democracia no sólo para garantizar equidad en la contienda, sino para evaluar el desempeño de quien ejerce un cargo de representación popular, tenga o no partido.
Necesitamos resolver de fondo, exigiendo el registro de compromisos concretos y viables en campaña y su posterior cumplimiento; los partidos políticos por su parte, si desean recuperar confianza, deben ser contralores permanentes del actuar de sus militantes.
La nueva composición de la Cámara de Diputados muestra que la sociedad refrendó al presidente Enrique Peña su confianza para profundizar en la transformación de un país al que le urge acabar con la creciente desigualdad.
En la siguiente legislatura, el PRI llega al Congreso como la fuerza política que acreditó su respeto a la ley electoral. Ojalá que las lecciones de las urnas permitan que tanto militantes como independientes actúen conforme a derecho y que sean sus resultados y no sus dichos o violaciones a la norma, los que permitan a los electores juzgar su desempeño.
Twitter: @AnaLiliaHerrera
(Senadora por el Estado de México)