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¿Legalizar la marihuana?

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

De un día a otro las posturas en torno a temas tan polémicos como la legalización de las uniones gays y de la marihuana, se pusieron de moda en México y por cierto a favor de las mismas.

Quizá será la ola liberal que invade al mundo o bien ese reiterado ánimo de imitar a otros países en donde la cultura, las circunstancias y los valores son distintos al nuestro.

Hace unos días escuchamos sorprendidos en un noticiero de radio una abierta apología al cambio de sexo que realizó un militar norteamericano, quien en apenas dos años transformó su cuerpo de un fornido soldado a una aparente dama atractiva y seductora.

Lo mismo sucedió con el exatleta Bruce Jenner, cuya metamorfosis recibió una publicidad impresionante por parte de los medios norteamericanos, inclusive una revista femenina le confirió el título de "Mujer del Año 2015" lo que indignó a buena parte de sus asiduas lectoras.

Hoy en México la moda es impulsar la legalización de la marihuana gracias a un proyecto de ley que el ministro Arturo Zaldívar planteará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La iniciativa será analizada la próxima semana y propone autorizar la siembra, cultivo, cosecha, transporte y consumo de marihuana para cuatro personas en primera instancia, pero eventualmente se extendería a todos los mexicanos.

No es evidentemente algo nuevo, en muchos países se ha legalizado la mariguana en distintos grados y alcances. De hecho en México se permite el consumo de drogas, entre ellas la marihuana, siempre y cuando sea en cantidades consideradas de uso personal.

La propuesta de Zaldívar estipula que es inconstitucional la prohibición legal absoluta del gobierno para autorizar actos relacionados con la mariguana. Por cierto, resulta interesante descubrir esta supuesta ilegalidad luego de varios siglos de vigencia.

La posible legalización de la mariguana ha dividido al país. El PRI y el PAN no están convencidos de llevarla a cabo como tampoco el gobierno de Enrique Peña Nieto. Los sectores privados y la Iglesia Católica han manifestado también su preocupación ante tal medida.

No existe un consenso social para aprobar la legalización, vaya diríamos que ni siquiera una mayoría de la población está a su favor y por lo mismo sería aberrante que tres ministros de la Suprema Corte se adjudiquen el derecho de dar luz verde a tan controversial proyecto.

Estamos de acuerdo que debemos cambiar el enfoque en el combate al narcotráfico y en especial a la adicción a las drogas. Si nadie gustara de fumar marihuana, ingerir cocaína o cualesquier otra droga, acabaría de inmediato el narcotráfico y con ello la violencia del crimen organizado.

Como quien dice muerto el perro se acaba la rabia.

Pero en un tema tan complejo como las drogas no resulta fácil este planteamiento. Las drogas evolucionan al paso del tiempo y por lo mismo legalizar la marihuana no significa que de golpe se desplomará el mercado negro de los estupefacientes ni tampoco la mafia dejará de producir, traficar y comercializar otro tipo de drogas.

El crimen organizado va tras los billetes y buscará nuevas variantes como hoy en día sucede con los estupefacientes químicos que tanta demanda y popularidad han conseguido entre las nuevas generaciones.

Liberar la marihuana a la producción, transporte y consumo tendría un efecto social interesante, seguramente surgirán empresas que se avocarán a manejar este producto y no cabe duda que en poco tiempo México se convertirá en líder del mercado mundial como hoy ocurre con el tequila.

Podría generarse un turismo adicional que sería atraído por la variedad y la calidad de la marihuana que se ha producido en nuestro país a lo largo de muchas décadas. Pero de eso a que su legalización extermine los carteles y la violencia del narcotráfico es simplemente un sueño.

Cuando en Estados Unidos se eliminó la prohibición del alcohol, las mafias se dedicaron a controlar los juegos de azar, la prostitución y posteriormente el mercado de las drogas.

Por lo mismo insistir en que liberar la marihuana dará al traste con la violencia del narcotráfico, resulta una buena fumada de quienes añoran sus años mozos cuando se divertían escuchando música de rock al lado de una cerveza y un "churro" de "mota".

Dedicar más recursos y estrategias para contener el consumo y adicción de las drogas será la manera óptima de controlar los terribles efectos del narcotráfico. Lamentablemente los gobiernos no han sido consistentes en tal esfuerzo.

APUNTE FINAL

No señores, no crean que por comer un sándwich de jamón, un hot dog o un par de huevos con tocino contraerá usted cáncer fatal. La Organización Mundial de la Salud declaró que las carnes procesadas tienen sustancias cancerígenas como el tabaco, el arsénico y el asbesto, pero se necesita ingerir más de 50 gramos diarios de tales productos para aumentar en un 18% la posibilidad de contraer un cáncer de colon y recto. Avisados, pues.

Comentarios a jhealy1957@gmail.com

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