Cumbre. El presidente ruso, Vladímir Putin (izq.); la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande (cen-izq.), y el presidente ucraniano, Petró Poroshenko (der.), dialogaron ayer en Minsk, Belarús, para lograr la paz en Ucrania. (EFE)
Los mandatarios de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania iniciaron ayer en la capital bielorrusa la reunión para buscar un arreglo a la crisis en Ucrania, una cumbre que ha sido considerada como la última oportunidad para la paz.
Pero mientras los mandatarios europeos conversaban, los combates en el este de Ucrania se recrudecieron y dejaron un saldo de más de una veintena de muertos y varias decenas de lesionados.
Luego de su arribo a Minsk, el presidente ruso, Vladímir Putin; el mandatario ucraniano, Petró Poroshenko; el presidente francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, se encerraron en una sala del Palacio de la Independencia, primero solos los cuatro y después con sus delegaciones, con el objetivo de conseguir un documento capaz de acallar las armas en el este de Ucrania.
Pasadas unas cinco horas, el ministro bielorruso de Relaciones Exteriores, Vladimir Makéi, informó que había "avances" en las negociaciones.
Por su parte, Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, precisó que "la discusión es muy intensa" y la negociación "muy activa, mejor que súper".
Lavrov dijo que el documento final que se está elaborando podría ser presentado a la prensa hoy jueves.
Mientras tanto, en Donetsk, bastión de los separatistas prorrusos en Ucrania, continuaron los bombardeos mortales que alcanzaron a una estación de autobuses y a un hospital, y en la vecina ciudad de Lugansk el centro de la ciudad también fue blanco de disparos de artillería.
