Desconfío de la gente que dice tener una línea directa con Dios. Los peores conflictos de la historia, los más sangrientos, los más crueles, han sido siempre los que se libran por supuestas órdenes de Dios. Cuando el dogma y la fe entran en juego no hay manera de convencer.
Kim Davis es una secretaria de condado, una county clerk, en el condado de Rowan, Kentucky, en los Estados Unidos. Si bien es un cargo de elección popular, su función es simplemente emitir los documentos que acreditan los trámites ante el condado. Esto implica autorizar y expedir las licencias de matrimonio.
La funcionaria se hizo famosa cuando se negó a emitir licencias de matrimonio a personas del mismo sexo en desacato a la decisión de la Suprema Corte de reconocer el derecho a estas uniones. La funcionaria fue encarcelada algunos días por su negativa. Pero ¿de dónde obtuvo la certeza de que Dios se opone al matrimonio de las personas del mismo sexo? De la Biblia.
El Ejército Islámico tiene también la certeza de sus convicciones religiosas. Los combatientes de este grupo han recibido el permiso de sus líderes de violar a las niñas y mujeres que capturan en las guerras que pelean en Iraq y en Siria siempre y cuando no sean de religión musulmana. Las mujeres y niñas esclavizadas y violadas son principalmente yazidis, de etnia kurda, que practican una religión que existía en la zona antes de la llegada del Islam.
En una serie de artículos el New York Times describió el caso de un combatiente del Ejército Islámico que rezaba antes y después de violar a una niña yazidi y que explicaba al corresponsal que eso no era un pecado sino una obligación ordenada por Dios. ¿Cómo sabía que efectivamente Dios quería que violara a esa niña? Porque lo dice el Corán.
Creer en Dios es distinto que creer en casi cualquier otra cosa. Yo puedo creerle a un amigo que me dice que ha visitado Estambul, especialmente si me muestra fotografías. Puedo creer también en la teoría de la relatividad, aunque me cueste trabajo entenderla, una vez que leo los argumentos que la respaldan.
El caso de Dios es diferente. No hay pruebas físicas de su existencia y, de hecho, no puede haberlas. Dios es, por naturaleza, incorpóreo, infinito, omnisciente, todo poderoso. Trasciende nuestra inteligencia. No hay forma de saber si un libro sagrado es mejor o peor que otro, o si refleja o no realmente las posiciones de Dios. La fe suele ser ciega. No se basa en el razonamiento. Es un acto de conocimiento que presumiblemente procede directamente de Dios.
Todo el mundo piensa que sus convicciones religiosas son las correctas. La conquista de México, con todas sus crueldades, fue justificada por la necesidad de llevar la religión verdadera a los pueblos paganos.
Kim Davis ha sido presentada como una heroína de la lucha por la libertad de religión en los Estados Unidos ante decisiones que violan la ley de Dios, como el fallo de la Corte que establece que el matrimonio es un derecho para todos. Todo el mundo tiene derecho, por supuesto, a defender sus creencias religiosas, pero ese derecho no puede extenderse a negar los derechos de terceros, como sería el caso de quienes quieran contraer matrimonio con personas del mismo sexo.
Todos estamos convencidos de que nuestras creencias religiosas son las mejores y no pueden tener cuestionamientos. Pero lo mismo piensan quienes tienen otras ideas o principios. No hay manera de saber cuál es la religión correcta y cuáles son las instrucciones que Dios da a los humanos, si es que Dios realmente se preocupa por darnos órdenes. De hecho, debemos preocuparnos siempre de aquellos que afirman tener una línea directa con Dios.
PRECIOS DE ALIMENTOS
El índice de precios de alimentos de la FAO tuvo en agosto una caída de 5.2 por ciento sobre el mes anterior, la mayor desde diciembre de 2008. Los precios de los alimentos están en su nivel más bajo desde la crisis económica de 2009. Hace algunos años el problema eran los altos precios. Hoy es exactamente el contrario.
Twitter: @SergioSarmiento