A la calma. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (i), y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo un llamado a la calma durante una visita sorpresa a Jerusalén ayer martes antes de reunirse con líderes israelíes y palestinos, en una iniciativa de alto nivel para tratar de atajar la ola de violencia que sacude la región desde hace un mes.
La visita ocurre en medio de la turbulencia que estalló debido a tensiones alrededor del sitio sagrado más delicado de Jerusalén, el cual es venerado por judíos y musulmanes. Una oleada de ataques diarios de palestinos contra civiles y soldados, la mayoría de ellos apuñalamientos, han ocasionado pánico en todo Israel y suscitado temores de que la región esté al borde de una nueva etapa de derramamiento de sangre.
"Estos son tiempos difíciles para israelíes y palestinos. Estoy aquí con la esperanza de que podamos trabajar juntos para terminar la violencia, disminuir las tensiones y comenzar a restablecer un horizonte políticos de largo plazo para la paz", dijo Ban en una conferencia de prensa acompañado del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu la noche del martes.
"Deploro los ataques aleatorios contra civiles, tales ataques terroristas hacen que todo lugar sea inseguro y que cada persona, sin importar género o edad, sea una víctima potencial", enfatizó.
"Debemos impedir que la situación crezca convirtiéndose en un conflicto religioso, con potencial de implicaciones regionales", agregó.
