Llega al cine una gran leyenda
La ballena "Moby Dick" está lista para sorprender a los laguneros.
Existen leyendas que dejan huella en las personas, unas por los acontecimientos, otras por su desenlace y otras tantas por los personajes involucrados en ella, este último es el caso de la nueva película del director Ron Howard de nombre En el corazón del mar que desde ayer "inunda" los cines locales.
Cuando escuchamos a lo largo del tiempo de "Moby Dick", invariablemente llega a nuestra mente una ballena de dimensiones increíbles con las que un grupo de hombres se encontró, pero pocas veces reparamos en detenernos a pensar cómo fue que ellos llegaron hasta ella.
La historia parte desde el interés de Herman Melville por contar la verdad detrás de una de las más grandes leyendas y lo que diera después pie a que escribiera su novela "Moby Dick", cuando en un invierno de 1820 el ballenero Essex partiera en su búsqueda de aceite de ballena en un barco que, se juraba, estaba destinado a la grandeza, tanto por su misión de respetar la tradición de Nantucket, como por las personas que lo comandaban.
El capitán George Pollard Jr. (interpretado por Benjamin Walker) es un hombre inexperto y terco que busca dejar en claro que tanto dentro como fuera del bote, su nombre es el más valioso de todos mientras que por su parte Owen Chase, el primer oficial (interpretado por Chris Hemsworth) es un hombre humilde que busca tener un buen puesto para así darle una mejor vida a su esposa.
Más allá de sus diferencias económicas, la tensión entre ellos crece por su manera de actuar y de llevar el barco, pero será precisamente esta mítica ballena, quien los pondrá en una encrucijada que pondrá en riesgo la vida de todos.
Por su paso en la ciudad de México hace unos días, tanto Howard como Hemsworth comentaron lo que hacer esta película significaba para ambos, luego de haber trabajado juntos en la película Rush.
"El océano siempre ha tenido un gran efecto en mí. Le tengo un poco de miedo, he trabajado en películas en el agua en los años 80, como Splash, y ciertamente atravesé por mi fobia teniendo que trabajar ahí, ya no me aterra pero nunca voy ahí con fines recreativos, es misterioso, tiene un poco de peligro y vulnerabilidad y creo que por eso siempre quiso hacer una película que envolviera el mar de esa manera", afirma su director sobre desarrollar esta historia en medio del mar.
Pese al trabajo que implicaba traer a la vida a "Moby Dick", otro de los retos con los que se enfrentó su protagonista fue con una rigurosa dieta para darle mayor realismo a su personaje. "Comenzamos con una dieta normal de 3 mil calorías al día y luego reduciéndola básicamente a 500 o 600 calorías al día al final de las grabaciones, y aunque fue un poco incómodo, lo logramos juntos y eso brindó un sentido de camaradería entre todos. Fue muy divertido", subrayó Hemsworth.
Aunque por momentos la cinta peca del uso de la tecnología por computadora, el resultado es una historia que combina emociones fuertes, el poder de la verdad y, sobre todo, el coraje por volver a casa.
El filme es una buena opción para adentrarse en las profundidades del mar y develar los misterios de la ballena blanca.
Divide críticas
La película ha recibido comentarios buenos y malos:
- "Un drama basado en hechos reales, sólido, pero decepcionante. La película de Ron Howard consigue mantener el interés, pero nunca genera oleadas de emoción": Todd McCarthy, The Hollywood Reporter.
- "Ron Howard dirige a su equipo en una narrativa sinfónica, incluso operística de un aterrador drama marino, una experiencia visceral, cautivadora y satisfactoria": Andrew L. Urban, Urbancinefile .
- "La historia de Howard es demasiado amplia, demasiado grandiosa. Los personajes son meros esbozos. Quizás, a fin de cuentas, esta gran ballena blanca es demasiado monstruosa para que una sola película pueda abarcarla": Helen O'Haran, Empire .
- "La historia de Ron Howard sobre la auténtica tripulación ballenera que inspiró a 'Moby Dick' es épica y grandiosa, pero los personajes son un puro desperdicio" : Alonso Duralde, The Wrap.
