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Los profesores universitarios y las competencias profesionales

ROLANDO CRUZ GARCíA

"En la juventud aprendemos, en la vejez comprendemos"

M.E. Eschenbach

Hemos comprobado que para formar profesionales competentes en las aulas universitarias, es necesario reconocer que esta aspiración no depende sólo de algún factor educativo por muy imprescindible que sea, sino que nos referimos a un reto multifactorial y multirreferencial; de aquí la importancia de revisar la forma en que ese futuro profesional aprende y la manera en que lo utilizará.

Incluso, hemos aceptado como una realidad, que los alumnos cuando egresan de las universidades no saben cómo desempeñarse en el mundo laboral y que normalmente aprenderán dicha actuación en el mundo real, como si en la escuela superior enseñáramos cosas irreales o lejanas a lo que se enfrentarán en su vida profesional.

Se ha hablado mucho acerca de las competencias que debemos formar en los alumnos, pero para lograrlo hay que repensar, redirigir y redimensionar, primeramente la forma en que capacitamos a nuestros profesores; sobre todo en los niveles educativos universitarios, ya que si bien es cierto que la mayoría de los claustros de profesores, en este nivel, se nutren de los mejores especialistas en cada una de las profesiones, ello no garantiza que sean buenos docentes; es importante reconocer que estos especialistas defienden con orgullo su pericia en el campo profesional y que trasladan sus modos de actuación a sus alumnos.

Esto último se convierte en un problema, si tomamos en cuenta que el desafío actual, es formar a los alumnos para que se enfrenten a una realidad global en un mundo competitivo, en el cual su especialización sin una formación sólida, puede convertirlo en un trabajador muy hábil en su especialidad, pero incapaz de responder ante situaciones imponderables.

Es por ello que los profesores universitarios, deben poseer competencias pedagógicas que les permitan formar sólidos profesionales basados en la interdisciplinariedad. Por supuesto que en un claustro de profesores integrado por profesionistas de las más diversas especialidades, lo que se impone es una formación pedagógica en su sentido más amplio; formación que les permita percibir su saber profesional y especializado, aunado a un conocimiento pedagógico, por lo que este tipo de formación responde finalmente a la integración de dos profesiones.

A este respecto es conveniente puntualizar a qué nos referimos con formación pedagógica en sentido amplio. Aceptemos entonces que el gran concepto "formación" incluye al menos a la actualización, la superación, la capacitación, la profesionalización y la competitividad; de aquí la importancia de definir cada concepto:

Actualización: Verbo usado para cambiar un sistema con el fin de hacerlo más adecuado a los tiempos presentes; en términos de formación se refiere a la recontextualización de los saberes que posee un individuo para volverlo más actual laboral y profesionalmente (formación para el empleo, por ejemplo). En programas globales de formación permanente, la actualización incluye la revitalización cultural involucrando innovación pedagógica, así como la renovación de modelos y proyectos escolares y extraescolares.

Superación: Verbo relacionado de forma directa con los grados académicos que se expiden como acreditación de algún título y normalmente significa la conclusión de algún programa de estudios establecido. En el ámbito de la formación pedagógica está referido a la acreditación que los profesores logran en sus distintos programas de actualización, llámense cursos, talleres, simposium, diplomados, especializaciones, maestrías y doctorados.

Capacitación: Verbo utilizado para desarrollar alguna capacidad específica, para el trabajo o para la incorporación de los alumnos a las actividades productivas. En cuanto a formación de profesores, capacitar significa propiciar el desarrollo de capacidades, normalmente en el plano de lo didáctico-pedagógico.

Profesionalización: Verbo usado para denotar la formación profesional que va aunada a aspectos de cultura general adecuada. En lo pedagógico implica el desempeño profesional de la docencia con un sólido soporte valoral del maestro.

Competitividad: término que alude a la posesión de una serie de atributos y niveles de desempeño relevantes para una tarea determinada. En formación docente incluye además aspectos de relevancia profesional para el logro de las metas educativas.

Este saber doblemente especializado al que hacemos referencia, es decir el saber disciplinario y el saber pedagógico, debe poseer además la característica de un conocimiento con significación social, de aquí su enorme responsabilidad, de tal manera que el saber especializado, que abarca formas de comprensión teórica, práctica, abstracta y concreta de una manera interrelacionada, debe aludir además a las siguientes características que toda profesión posee: que sirva como un valor social profundo y permanente, que opere conforme a un caudal de saber especializado y que controle las condiciones del ejercicio de una profesión.

Un profesor universitario no puede enfrentar el reto de formar alumnos que sean profesionales, inteligentes, creativos, autónomos y solidarios, si no lo hace apoyándose en un papel de mediador de procesos, de facilitador académico, de guía procedimental y hasta de guía personal; dicha mediación estará centrada en su propia competencia cognitiva, sociocultural y profesionalizada, lo que integradamente, forma o define su competencia pedagógica.

Agradezco sus comentarios a: rolexmix@hotmail.com

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