Triunfo. La esposa del preso político Lilian Tintori muestra su alegría tras el triunfo de la oposición del pasado domingo.
La derrota del oficialismo venezolano en los comicios legislativos lo pone ante un escenario complejo: por primera vez en 17 años deberá gobernar sin el control de la Asamblea Nacional y en medio de una profunda crisis económica.
El Consejo Nacional Electoral anunció el lunes en la madrugada que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática obtuvo 99 escaños por 46 del oficialismo. Resta adjudicar 22 escaños, entre ellos los de los representantes de las etnias indígenas.
Si la oposición logra obtener al menos 112 de las 167 bancas que componen la Legislatura, logrará una mayoría calificada que le permitiría convocar a una Asamblea Constituyente y aprobar una reforma constitucional; designar o remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, a los rectores del Consejo Nacional Electoral, la fiscalía general, el contralor general y el defensor del pueblo, entre otros.
Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la alianza opositora, aseveró en conferencia de prensa que la Mesa logró 112 diputados y "se están peleando cuatro más". El dirigente dijo a la prensa que estos resultados deben llevar a todos los actores políticos, y en particular a la alianza opositora, a "reinventarse" porque "una cosa es unirse para resistir y otra cosa es unirse para gobernar". Asimismo, planteó que el oficialismo debe "digerir una derrota y generar un nuevo tejido dirigente que tenga legitimidad efectiva en su propia base y aprender a relacionarse con el país, no desde la agresión y la amenaza, sino desde la propuesta y el trabajo".
En una alocución tras conocerse los resultados, el presidente Nicolás Maduro reconoció la derrota y dijo que el triunfo de los sectores adversos al gobierno estuvo sustentado en la "guerra económica". "Hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética a reconocer estos resultados adversos, aceptarlos y decirle a nuestra Venezuela ha triunfado la constitución y la democracia", dijo el mandatario. Pero el líder opositor y excandidato presidencial, Henrique Capriles, dijo en conferencia de prensa que "Nicolás Maduro no entendió lo que pasó", y exhortó al mandatario a que "se ponga a la orden" de la nueva Asamblea Nacional, promueva un diálogo nacional y libere a los "presos políticos".
La noche del lunes en un encuentro con gobernadores, entre otros dirigentes oficialistas, Maduro evaluó "los aciertos y desaciertos" de su administración, así como "todos los acontecimientos que derivaron... en el revés electoral del día de ayer".
El gobernante dijo que junto a otros líderes se debatió una amplia gama de temas y se convocó a los delegados de base del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para "unificar criterios, identificar asuntos y activar acciones" con el fin de enrumbar al oficialismo nuevamente por el carril de la victoria.
"No hay tiempo para la tristeza (...) es tiempo de luchar. Lo primero que nosotros hemos acordado aquí es iniciar una cruzada por fortalecer la unión del movimiento " a todo nivel, dijo Maduro.
Asegura mayoría
El portavoz de la oposición venezolana, Jesús Torrealba, dijo que la coalición Mesa de Unidad Democrática (MUD) logró una mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional en las elecciones legislativas del domingo.
Eso podría allanar el camino para que la oposición pueda realizar grandes cambios legislativos. Los funcionarios electorales venezolanos aún no han dado a conocer los resultados definitivos, aunque ya la coalición opositora ganó al menos 99 escaños de 167 asientos disponibles en la Legislatura.
El Partido Socialista Unido de Venezuela, en el gobierno, obtuvo 46 escaños. Aún resta por definir los resultados electorales de los 22 escaños restantes.
Torrealba dijo el lunes que la oposición había ganado 112 escaños y que todavía lucha por obtener cuatro más.
Con una mayoría de dos tercios, la oposición podría reformar la Constitución Bolivariana de Venezuela y tendría el poder de expulsar a los magistrados del Tribunal Supremo.