Radicalizado. Nicolás Maduro estuvo en la salutación de Navidad y fin de año a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
La herida en el ala del proyecto socialista tras la derrota electoral de las parlamentaria mantiene encendido el discurso del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que, dijo, está dispuesto a poner su propia vida" para defender el legado de su padre político, Hugo Chávez.
El riesgo que supone la mayoría calificada de 112 diputados controlando el Parlamento -que por 15 años estuvo bajo el influjo chavista-, al proyecto de la llamada "revolución bolivariana, es algo que, según Maduro, pone al país ante una "crisis de grandes dimensiones". El escenario que se avecina con la toma de posesión del centenar de opositores y los 55 diputados oficialistas, dijo, enfrenta a la nación "ante una crisis de grandes dimensiones" a la que Maduro también se refiere como "una crisis contrarrevolucionaria de poder".
El líder chavista habló ayer frente a casi tres mil soldados en un acto de la Fuerza Armada (FANB) para asegurar que "se va a generar una lucha de poder entre dos polos: el polo de la patria que quiere seguir construyéndose, y el polo de la antipatria que por primera vez se anota (...) un éxito circunstancial", dijo para referirse con esto último a la oposición.
El jefe de Estado venezolano que piensa que "se van a generar grandes tensiones", alertó que ante estas circunstancias la Constitución prevé herramientas para contrarrestar este posible escenario aunque no ahondó en los detalles.
"Hay una rebelión de las masas, no nos llamemos a engaños. Eso sí, la Constitución tiene sus mecanismos para regular este tipo de grandes tensiones históricas y esos mecanismo los vamos a aplicar uno detrás de otro", dijo.
EFE