La copa Malbec está compuesta por un borde estrecho y un cáliz de 8.51 cm. en su parte más ancha y 13.51 cm. de alto.
Graffigna, una de las bodegas más tradicionales de Argentina, presentó en México la copa Malbec, la primera en el mundo -desarrollada exclusivamente con Riedel, el líder mundial en copas de cristal-, para su cepa insignia.
La copa Malbec está compuesta por un borde estrecho y un cáliz de 8.51 cm. en su parte más ancha y 13.51 cm. de alto.
Fue diseñada en la fábrica Riedel, en Austria, y aunque su forma y potencia realza las cualidades de esta variedad, puede ser utilizada para otros vinos.
La forma del cáliz destaca los aromas frutales del Malbec, en especial, los de frutos rojos y arándanos, que indudablemente constituyen los atributos distintivos de este varietal. Los tonos florales y especiados también son subrayados.
El angosto aro de la boca no sólo ayuda a concentrar los aromas, sino que también dirige al vino hacia el centro de la lengua para crear un armonioso balance entre sus características clave: sus dulces taninos y su acidez media.
Una tradición en cristal
Riedel, hace más de 250 años, fue el primero en descubrir que el sabor del vino se ve afectado por la forma de la copa en la que se consume.
Fue Claus J. Riedel quien sentó las bases para la producción de copas funcionales y bellas, creadas de acuerdo al principio de diseño Bauhaus: la función determina la forma.
A partir de este hallazgo, desarrollaron distintas copas para las más reconocidas variedades de vino como Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Pinot Noir y más, no habiendo desarrollado hasta el momento una para el Malbec. Es aquí donde Graffigna se une con esta reconocida empresa mundial para crear la primera en su tipo.
Riedel sabe que el vino es un elemento vivo y muy complejo que nos transmite un mensaje. Éste puede variar en relación a varios factores, entre los cuales se encuentra el tipo de copa utilizada para beberlo.
Cada vino tiene una exclusiva mezcla de cualidades: fruta, acidez, taninos, minerales, alcohol, basada en la variedad de uva, clima y suelo donde crecen, el método de elaboración y hasta las labores culturales realizadas.
Debido a esto, podemos decir que es muy real que existe una forma de copa ideal para cada tipo de vino. Basta con entender que ésta se ha diseñado para enfatizar la armonía en los sabores del vino, no sus fallas.
"Creemos que la copa Malbec potencia la experiencia de consumo de este varietal en un mercado de consumidores de vino que se va sofisticando a medida que pasan los años.
El diseño garantiza que el mensaje del vino llegue a los órganos sensoriales capaces de detectar las características propias de esta uva, que se encuentran tanto en el aroma, como en el cuerpo y el sabor", dijo Federico Lleonart, embajador global de Graffigna, Argentina.
Fue un largo proceso el que determinó la copa definitiva Riedel Malbec. El primer paso se dio en agosto de 2012, en Las Vegas, donde enólogos y representantes de Graffigna, junto con todos los representantes globales de Riedel, probaron 16 copas diferentes para presentar una terna y finalmente elegir a la perfecta.