El arquero español delManchester United, David de Gea, estuvo de nuevo bajo los tres postes del conjunto británico. (EFE)
El Manchester United se impuso en el clásico inglés ante el Liverpool en Old Trafford (3-1), cuya grada acogió con agrado y expectación el regreso a la portería del meta David De Gea y el debut del francés Anthony Martial, que anotó uno de los goles del encuentro.
El guardameta español fue uno de los grandes reclamos de la cita de Old Trafford. Después de contemplar desde la grada el arranque competitivo de su equipo se situó bajo los palos de Old Trafford veinticuatro horas después de ampliar su compromiso con el United, una vez frustrado su fichaje por el Real Madrid.
De Gea no dio síntomas de inactividad. Ni acusó la presión.
Resolvió con acierto los contratiempos, escasos, a los que le sometió el Liverpool. Y nada pudo hacer en el tanto encajado, un golazo de chilena del belga Christian Benteke, que dio alguna esperanza a los visitantes.
Martial acaparó la otra parte del protagonismo. El galo, uno de los fichajes más llamativos del curso -casi 80 millones de euros-, aceptado con cierto escepticismo por su propio técnico, ilusionó en su debut. Apareció en el tramo final y redondeó la victoria de los locales.
El Manchester United, que no contó con Wayne Rooney, resguardado por precaución después de lesionarse en el último entrenamiento, salió airoso del duelo gracias a su mejoría en la segunda mitad, ante un rival aún plagado de dudas y que mostró una imagen gris.
El cuadro de Brendan Rodgers aguantó la primera mitad. Después todo cambió.