Logan Forsythe llega a salvo a primera base en una jugada muy cerrada, para así quebrarle el juego perfecto a Marco Estrada. (AP)
El pitcher mexicano Marco Estrada tuvo otra excelsa salida en la que lució dominante lanzando juego perfecto durante 7 entradas, y aunque no se pudo llevar la decisión, ayudó a que los Azulejos de Toronto vencieran ayer a los Rays de Tampa Bay por pizarra de 1 carrera a 0 en el Tropicana Field, que fue testigo de 10 innings para poder definir a un ganador. El juego sin mácula se rompió para el sonorense Estrada en la apertura del octavo inning y con la jugada menos esperada, un "machucón" del segunda base Logan Forsythe por la tercera almohadilla, donde a pesar del gran fildeo a mano limpia de Josh Donaldson, no alcanzaron a sacar al corredor, en una jugada que ameritó la revisión en video, sólo para corroborar que por milésimas de segundo, se había perdido el juego perfecto.
Los Azulejos ganaron al final en extra innings gracias a un cuadrangular de Chris Colabello, un poderoso tablazo de 424 pies por encima de la barda del jardín central que al fin le pudo dar ventaja al equipo canadiense en el episodio número 12. El duelo tuvo bastante sabor mexicano, pues además de la impresionante actuación de Estrada, el propio Colabello, quien definió el juego con su bat, jugó con los Algodoneros de Guasave, de la Liga Mexicana del Pacífico.
Estrada no culpó a Donaldson de que su tiro hacia la primera base llegó apenas tarde para que se perdiera el juego perfecto, menos aún cuando el antesalista de los Azulejos se lanzó de forma suicida hacia la grada para atrapar un elevado de foul, con lo que consiguió el primer out de la octava entrada. La actuación completa del lanzador mexicano fue de 8 entradas y 2 tercios, recibió apenas 2 hits, no otorgó bases por bolas y ponchó a 10 enemigos. Al relevo ingresó su compatriota Roberto Osuna, quien solamente enfrentó a 1 bateador y lo dominó sin complicaciones.
Marco Estrada se convirtió en el primer lanzador que llega al octavo inning lanzando juego sin hit ni carrera en salidas consecutivas, desde 1988, cuando lo hizo Dave Stieb, quien curiosamente jugaba para los Azulejos de Toronto.