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Martín Solares

“Además del placer de la lectura con los ojos, debemos crear bellas noches de tinta en cada página”

Martín Solares

Martín Solares

Yohan Uribe Jiménez

Escritor, editor, catedrático, pero sobre todo un lector compulsivo que devora páginas con la misma pasión con la que habla de cuando descubre una pluma nueva, Martín Solares, Gerente Editorial de Tusquets México, regresa a su antigua casa con el reto de fomentar la lectura, cazar nuevos talentos para la literatura mexicana y extranjera, y acercar aquellas obras que no se conocen en México por situaciones de traducción o distribución.

Originario de Tampico, Tamaulipas, Solares es también un autor de los libros Los minutos negros y Cómo dibujar una novela. Se ha desempeñado como editor en Océano y a lo largo de su vida los libros han sido el sound track de su existencia.

¿Tiene Tusquets una gran relación con México?

Tusquets fue fundada en 1978 por Beatriz de Moura en Barcelona, y en 1969 empieza a publicar los primeros títulos. Al principio escritores como Sergio Pitol colaboraban estrechamente con ella como consejeros, se crearon dos primeras colecciones Los Marginales y Los Cuadernos Íntimos. Ahí se publicaron autores como Enrique Vila Matas, Julio Cortázar, García Márquez, entre otros, y poco a poco con el éxito que fue adquiriendo la editorial, que tiene más de 30 premios Nobel en su haber, gracias al buen juicio de Beatriz de Moura, ha ido abriendo varias sucursales a lo largo del mundo, tenemos en Argentina, Colombia y México, esta última que cubre el mercado de Centroamérica y Estados Unidos en Español.

Cada mes de España nos envían una sugerencia de libros que ellos están por publicar allá y nosotros elegimos los que resulten más interesantes para nuestros respectivos territorios, y a la vez nosotros sugerimos autores que son publicados en algunas ocasiones en España, Argentina o Colombia, lo que estamos haciendo ahora es tratar de darle continuidad al esfuerzo que toda la vida ha realizado la fundadora de la editorial, que fue tratar de publicar siempre libros de altísima calidad literaria, con una presentación muy bella, y que pudieran ser muy placenteros.

¿Cómo fue tu inicio en la editorial?

Yo creo que cada caso es distinto. Tusquets México fue fundada en febrero de 1996 por Isabel Lasa y Guillermo de la Mora, en aquel entonces me contrataron como primero lector externo, y luego como asistente de editor, desde ese momento la intención era la misma, ir creando un catálogo mexicano de Tusquets, de los cuales algunos libros se publicarían también en España. Además de trabajar en una mejor distribución en el país.

En ese entonces contratamos a Quino, Enrique Krauze, Daniel Sada, Élmer Mendoza, Luis Humerto Crosthwaite, entre muchos otros narradores de gran peso, luego dejé de trabajar en la editorial, me fui hacer otros proyectos y recientemente Nubia Macías, que es la directora de Planeta en México, me convenció de venir a trabajar con ella, en un esfuerzo por publicar autores de calidad a fin de con ello promover la lectura un poco más en el país.

¿Cómo logar un reto así?

Mi objetivo digamos que tiene tres líneas principales, la primera es localizar voces jóvenes, muy frescas y que tengan algo muy original que aportar a la literatura mexicana y extranjera; la segunda es buscar y promover autores de culto, verdaderas joyas que uno debería leer y no tendría que perderse; y la tercera vía que me interesa explorar por acá, es la posibilidad de traducir de otros idiomas libros que han tenido un enorme éxito en sus países y que aún no se conocen en español o están en busca de un editor, al igual que traer libros que han tenido un enorme impacto pero que no han llegado a México por algún motivo y para desgracia de los lectores.

¿En esas tres líneas qué autores te han impactado como editor?

Por ejemplo, el caso de un autor de Campeche, Rafael Ferrer Franco, al que le estamos publicamos ahora un libro de cuentos magnífico Una mente enferma, que ha llamado la atención de grandes críticos y escritores. Un autor de culto que me atrapó es Felipe Polleri, escritor de culto en todo el cono sur de este continente, un uruguayo al que le publicamos dos novelas en un mismo volumen La inocencia y Gran ensayo sobre Baudelaire, la idea es darlo conocer con una alta dosis de entusiasmo, es un escritor genial, la verdad cuando yo leí sus primeros manuscritos, tuve la impresión de que estaba leyendo a un autor de inmenso genio, sus novelas son mitad novela y mitad manifiesto literario, defienden la calidad artística de la literatura y la vida de los problemas y los excesos de la burguesía, en sus novelas la toma contra todas las instituciones existentes de la sociedad contemporánea, particularmente contra todo lo que signifique la burguesía latinoamericana, con un inmenso sentido del humor, pero con una puntería genial y una gran dosis de sarcasmo, creo que no hemos visto algo parecido.

También está el caso de Wakolda de Lucía Puenzo, esta cineasta argentina que ganó el premio de la crítica en Cannes con su primera película XXY, que además de ser una gran cineasta es una novelista excepcional; esta novela ella misma la adaptó al cine bajo el titulo de El médico alemán, que cuenta la historia de un general de guerra nazi cuando se encontraba huyendo por el sur de América del servicio secreto israelita que se propuso detenerlo por sus crímenes contra la humanidad y en el camino se obsesiona con una niña judía, para aplicarle distintos experimentos genéticos a fin de mejorarla racialmente, la novela es una maravilla que comparte el punto de vista de la niña y el criminal, es tenebrosa, siniestra, divertida e inolvidable.

¿Es difícil estar a la caza de nuevos autores?

Más que difícil es un poco duro en un aspecto, que no puedes bajar la guardia nunca, si publicas un libro mediocre una vez algún lector va a quedar mal direccionado y no estamos seguros que vuelva a buscar otro título de la colección. Hay que ser implacable, solo publicar libros de alta calidad literaria y no aceptar nada más que eso, no publicar nunca por compromiso, presiones o grillas, esos son criterio que no se toman aquí en cuenta, estamos a la caza de autores que a pesar de que nadie o muy pocos han oído hablar de ellos, o que son conocidos en otros lugares y acá no, pero tienen calidad.

Pero es un oficio placentero...

Es una labor que yo digo que tiene dos enormes momentos de felicidad, el placer que te produce ver un libro bien impreso en el cual trabajaste de la mano con el autor y que además te ofrece una experiencia sensorial muy placentera, ese tipo de momentos son muy raros en la vida; y también creo que uno se aficiona a eso, una vez que lo experimentas adquieres el gusto, la obsesión o la enfermedad de la edición, como gustes llamarla y tratas de seguir haciéndolo el resto de tu vida.

¿Además de la calidad propia del sello, que papel juega la distribución?

Todo lo que se publica desde México en español, circula en Estados Unidos y Centroamérica, hasta Panamá, eso nos permite aumentar un poco las ventas de cada uno de nuestros autores, pero más que incrementar las ventas, crearles lectores en cada uno de esos países, una plataforma que los ubica en otra posición.

¿Siempre se habla de bajos niveles de lectura, es rentable como negocio la literatura?

Es un negocio muy vulnerable, si el peso cae frente al dólar sube de inmediato el costo del papel y tenemos que hacer malabares para mantener los precios a un nivel accesible y razonable, son muchas las cosas que pueden afectar este negocio, por lo mismo nos tenemos que esforzar el triple en que cada libro sea una garantía para nuestros lectores, no publicar nada que no estemos seguros de que va a encontrar personas que disfruten ese libro con entusiasmo y lo recomienden.

Yo digo que no puedes dejar de trabajar ni un minuto como editor, y cuando no dejas de trabajar un sólo minuto el azar te va a beneficiar con algunos hallazgos interesantes.

¿Y las plataformas digitales de lectura son rentables, cómo van con ese tema?

Pues mira, de entrada ya estamos en las redes sociales, sacamos simultáneamente a la calle el libro electrónico y el libro impreso, cada vez que publicamos un nuevo libro en México ponemos a disposición del público el formato de ebook, creemos que es una vía que hay que explorar y hay que ofrecerle a los lectores la posibilidad de leer por esa vía algunos de los mejores autores del momento.

Para mí es muy pronto juzgar la respuesta del público a los libros electrónicos, pero es un mercado que debes atender porque ahí está presente.

¿Ves lejos el fin del libro impreso?

Acabo de leer en El País, que la principal librería de la Gran Bretaña acaba de retirar los Kindle de sus librerías porque las ventas los libros impresos han crecido casi un cinco por ciento en los últimos años, y como no se termina de volver una venta interesante los ebooks, decidieron retirar de su oferta estos dispositivos, porque comercialmente no les resultó interesante. La llegada de los libros electrónicos que se envían a las computadoras y las tabletas de quienes no quieren comprar el libro en papel, que creen que con pasar los ojos frente a la tableta es suficiente, obliga a dos cosas, a dar un precio más accesible a estos formatos, dado que no estás gastando en papel y a imprimir libros cada ves más bellos e insustituibles en el papel.

Una de las cosas que me estoy proponiendo acá en Tusquets, es explorar con un equipo de diseñadores muy talentosos cómo podemos mejorar las portadas, los papeles, las técnicas de impresión, ya hemos hecho un par de travesuras, contamos con grandes artistas como Gerardo Montiel Klint, Abraham Cruzvillegas, Dr. Lakra, quienes nos han prestado algunas de sus imágenes más emblemáticas como portadas de estos libros, entonces los cambios sutiles en las colecciones, estamos conscientes que debemos competir con libros mejor hechos y a precios accesibles.

¿Es decir que en torno a una historia hay muchas manos creativas?

Es un circulo muy grande que tiene muchas etapas, primero es tener un archivo en Word o un libro engargolado, engrapado, que si lo empiezas a leer tú en la oficina, te parece tan bueno que te lo tienes que llevar a tu casa porque no soportas la idea de pasar horas sin conocer el final de esa historia, es el tipo de manuscritos que estamos tratando de contratar, yo te diría que la proporción es ampliamente de cien a uno, por cada cien libros rechazados, publicamos solamente uno, estamos recibiendo muchas propuestas y nos quedaremos con lo mejor, no sólo buscamos en las agencias y en otras editoriales, sino en talleres literarios y en las recomendaciones que nos hacen otros escritores, tratamos de extender los tentáculos.

Además del placer de la lectura con los ojos, de crear bellas noches de tinta en cada página, tenemos que tener una combinación de papeles y técnicas de impresión, que cada vez que alguien vea un libro de la editorial, le sea tan agradable que no sólo quiera leerlo, sino conservarlo o regalarlo, es uno de los retos de la industria editorial en todo el mundo, que los libros vuelvan a ser libros bellos como objetos en sí mismos.

Objetos de colección...

Sí, claro, de hecho por eso todo está enfocado para que los libros puedan sobrevivir mucho tiempo en los libreros y que cuando los tengas en tus manos digas: qué bien hicieron esta página, qué buena portada y qué bien se siente tener esta historia a mi lado.

Twitter: @uyohan

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