La Universidad Iberoamericana tuvo a bien invitar a su plantel en Torreón al diputado local independiente electo de Jalisco, Pedro Kumamoto, quien vino a compartir su ponencia "Derribando muros" en alusión al éxito en su campaña política que le permitió derrotar a los partidos políticos convencionales en la búsqueda de una curul en el congreso local jalisciense.
El triunfo de Kumamoto en las pasadas elecciones del mes de julio donde además de comicios locales para renovación de alcaldías, 17 congresos locales y 9 gubernaturas (Baja California Sur, Colima, Campeche, Sonora, San Luis Potosí, Guerrero, Michoacán, Querétaro y Nuevo León) el proceso se dio a la par con las votaciones federales para la renovación de los 500 diputados que componen la Cámara de Diputados.
Esto significó que al celebrarse elecciones de carácter federal, el entorno, interés y la diligencia de los grandes poderes del país entraron todos en juego. El gobierno federal por supuesto que puso todas sus facultades metaconstitucionales para que el gobierno no viera disminuida su posición en la Cámara Baja.
Más aún, el descrédito acumulado por los dos principales partidos opositores al PRI, el derechista PAN y el "izquierdoso" PRD, facilitaron el camino para que el gobierno lograra no sólo mantener la primera minoría, sino que en alianza con su partidos satélites, Nueva Alianza y el nefasto Partido Verde, obtuvieron la mayoría suficiente para poder por ejemplo, aprobar por sí mismo el presupuesto de egresos de la nación.
Así pues la historia de Pedro Kumamoto surge en medio de este ambiente electoral. Hubo algunas victorias más de independientes, por supuesto el triunfo de Jaime Rodríguez "El Bronco" para gobernador de Nuevo León destaca por obvia magnitud. En escala menor, Alfonso Martínez conquistó la alcaldía de Morelia, así como Manuel Clouthier Carrillo se convirtió en diputado federal por Sinaloa. José Alberto Méndez Pérez triunfó para alcalde en el municipio de Comonfort, Guanajuato.
Sin embargo, el triunfo de Kumamoto fue distinto al resto de los independentistas, ya que el señor Rodríguez, mejor conocido como El Bronco, cuenta en su currículum con una trayectoria priista de más de treinta años. Por su parte, Clouthier, Méndez y Martínez fueron miembros de Acción Nacional.
Esto quiere decir que a diferencia de los otros cuatro que de alguna forma u otra tuvieron oportunidad de conocer las artes políticas en el pasado -aunque después abandonaron sus filias partidistas, tuvieron contacto con ese mundo- Pedro, con apenas 26 años supo revolucionar el mundo electoral con un presupuesto raquítico, pero amparado en el talento para el aprovechamiento de las redes sociales, supo enderezar una campaña exitosa que lo llevó al triunfo.
En su paso por La Laguna Kumamoto concedió entrevistas a diferentes medios de comunicación, pero a mi entender lo más destacado para el futuro, más allá de su impresionante talento que desarrolló en la campaña, fue su clara visión de que las candidaturas independientes no son, per se, la solución a los problemas que aquejan a la ciudadanía.
Si bien es cierto, puntualiza que son un medio para lograr presionar a la burocracia a realizar mejor su trabajo; es un hecho que lo más importante es que la sociedad de una vez por todas se logre organizar y sepa exigir a los gobiernos en turno que cumplan con sus obligaciones. La corrupción es un mal que tiene agotados a los ciudadanos, pero que desafortunadamente éstos reaccionan con apatía, a lo que Pedro insta a hacer todo lo contrario: a participar, a exigir, a organizarse como ciudadanos.
De suyo interesante y atractivo el caso de Pedro Kumamoto, habrá que seguirle la huella como una nueva esperanza en el casi podrido entorno político mexicano. Lo único que un lagunero debería desear es poder encontrar a más Kumamotos, pero que sean laguneros, porque personajes como él urgen en la región.
