Juramento. Sergio Mattarella se convirtió en el nuevo presidente de Italia. (EFE)
El nuevo presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, juró ayer su cargo e instó durante su discurso de investidura a "invertir el ciclo económico" y a que el saneamiento siga y esté articulado con el crecimiento en Europa.
Mattarella, que fue recibido por una larga ovación de todo el Parlamento, explicó que representará "la unidad nacional y las esperanzas y aspiraciones" de los italianos.
El nuevo presidente dedicó la primera parte de su discurso a la crisis económica, que "ha inferido heridas y producido marginación, soledad, tantas dificultades, ha creado exclusión, ha aumentado las injusticias y ha generado nueva pobreza".
En su discurso también exhortó a la clase política italiana a realizar con "urgencia" las reformas institucionales y económicas "para dar una respuesta eficaz a la comunidad".
Mattarella no olvidó el importante aumento del desempleo, sobre todo en el sur del país y recordó como en la Constitución existe el "derecho al trabajo", y también pidió a todos "a asumir la responsabilidad de que los italianos se acerquen a las instituciones".
Destacó que la prioridad debe ser "la lucha contra la mafia y la corrupción", de la que dijo "ha alcanzado niveles inaceptables".
"La corrupción devora los recursos que podrían ser destinados a los ciudadanos, impide la correcta explicación de las reglas del mercado y favorece a las camarillas y penaliza a quien es honesto y capaz", agrego, citando también al papa Francisco, quien siempre ha clamado contra la mafia y la corrupción.
Sobre la mafia, calificó de "alarmante" su difusión, tanto de las "antiguas como de las nuevas".