GUADALAJARA.- Al llegar a esta ciudad donde se lleva a cabo la Expo ANTAD me encuentro con el directivo de una cadena regional de tiendas de autoservicio. Me habla del difícil año que tuvo su empresa el año pasado a pesar de los pronósticos optimistas del gobierno al principios de 2014. "Es que nos hablan de macroeconomía, pero no entienden cómo funciona la microeconomía" me dice. El aumento de impuestos fue el factor más significativo en esta situación.
Después de dos años pésimos, con crecimientos nominales de 0.1 y 0.9 por ciento en ventas a tiendas iguales en enero-febrero, que se convierten en caídas tras descontar la inflación, los dos primeros meses de 2015 muestran por fin un modesto crecimiento. El alza nominal que ha dado a conocer la ANTAD para estos dos primeros meses de 2015 es de 5.3 por ciento, lo cual se traduce en 2.2 por ciento una vez que se descuenta una inflación de poco más de 3 por ciento. Ciertamente es una mejoría ante las cifras negativas de 2013 y 2014, pero no una recuperación que se sienta en los bolsillos de los consumidores o en las cajas registradoras del comercio formal.
Las cifras de 2014 subrayan que el único gran beneficiario del aumento de impuestos fue el gobierno federal. Los ingresos tributarios subieron en 6.1 por ciento real (descontando la inflación), pero no por un aumento del ISR, que representaría un alza en los ingresos de empresas y ciudadanos. El rubro ISR-IETU-IDE, de hecho, tuvo un descenso de 2.5 por ciento, mientras que el IVA aumentó 15.2 por ciento y el impuesto de producción y servicios subió 51.7 por ciento (SHCP, "Informe de finanzas públicas", cuarto trimestre 2014).
El gobierno federal no sólo quitó más dinero a los ciudadanos sino que aumentó la deuda pública de forma espectacular. La deuda neta registrada del sector público aumentó en 1 billón 485 mil 683 millones de pesos para llegar a 6 billones 946 mil millones de pesos en 2014. NI Luis Echeverría ni José López Portillo habrían soñado con contratar deuda pública equivalente a más de 100 mil millones de dólares en un solo año.
El gobierno de Peña Nieto logró en 2014 un récord histórico de gasto del sector público: 4 billones 530 mil 629 millones de pesos. Esta cifra representa 93 mil millones de pesos más de lo que se había presupuestado originalmente. Si consideramos el aumento de la deuda neta resulta que uno de cada tres pesos del gasto (32.8 por ciento) se financió con nueva deuda.
Este enorme gasto no significó una recuperación del mercado interno de nuestro país. El poco crecimiento económico que tuvo México el año pasado, de 2.1 por ciento según el Inegi, fue producto de un sector exportador que creció a ritmo acelerado. El mercado interno, como lo confirman las cifras de la ANTAD, sigue deprimido. Se espera que en este 2015 haya un impulso artificial por el gasto electoral, que sabemos siempre rebasa las cifras oficiales, pero de momento no se ha percibido todavía un aumento en el consumo, por lo menos no en el comercio formal.
Preocupa que ni siquiera el gasto récord del gobierno haya sido capaz de generar una recuperación del mercado interno. El golpe a los ciudadanos por el aumento de impuestos fue demasiado severo. Desafortunadamente el gobierno no parece estar considerando echar para atrás estos incrementos ni, por supuesto, realizar una verdadera reforma fiscal.
Quizá los políticos están demasiado contentos con el dinero que han obtenido de los impuestos y de la contratación sin precedentes de deuda pública como para preocuparse demasiado por el pobre desempeño del mercado interno.
BLOQUEO EN ESCUINTLA
Durante un día completo miles de personas quedaron varadas en Escuintla, Chiapas, en un bloqueo carretero. Las víctimas no tuvieron acceso a agua, alimentos o instalaciones sanitarias. Como es costumbre, ni el gobierno chiapaneco de Manuel Velasco ni el federal se atrevieron a intervenir. La CNDH no quiso tampoco tomar la denuncia de una de las víctimas.
Twitter: @SergioSarmiento