El 13 de abril de 1919, sucedió la masacre de Amritsar: Tropas británicas ametrallaron a miles de hombres, mujeres y niños sijes, musulmanes e hinduistas, completamente desarmados. Poco antes se habían generado tensiones políticas debido a la negativa británica a conceder autonomía a la India. Los ingleses habían prohibido reuniones de más de cinco personas.
En el jardín de Jallianwala se habían reunido miles de pacíficos hindúes para el festival del Año Nuevo. Dicho jardín era un espacio público, de forma rectangular, al cual sólo se podía acceder por un gran pórtico; el comandante británico Reginaldo Dyer al mando de 90 soldados, sin aviso previo ordenó disparar sobre la multitud. Fueron múltiples descargas sobre la masa de civiles, mientras otros soldados impedían cualquier salida del jardín a los aterrorizados indios. La versión del brigadier Dyer fue: "dar un escarmiento" a la población india.
El 28 de junio de 1995, en Atoyac de Álvarez, estado de Guerrero, agentes del agrupamiento motorizado de la policía estatal dispararon contra un grupo de miembros de la Organización Campesina de la Sierra del Sur; ellos se dirigían a un mitin político donde demandarían la liberación de uno de sus líderes; así como acceso a agua potable, escuelas, hospitales y caminos: 17 campesinos fueron muertos y 21 heridos; a los abatidos se les colocaron armas para simular un ataque, pero se comprobó, gracias a las primeras fotografías tomadas, que dichas armas no estaban en sus manos, sólo aparecían en las últimas diapositivas.
30 de junio de 2014 en Tlatlaya, Estado de México, ocurrió otro crimen de estado qué, al día de hoy, ha quedado impune. Pruebas fehacientes demuestran que a los muertos en Tlatlaya les "sembraron" armas y que se trató de una masacre.
Hace pocas semanas, aquí en Coahuila, el Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) del estado, participó en una masacre documentada, en la cual fueron asesinados dos civiles, mismos que no presentaron resistencia. Existen muchas evidencias y denuncias de múltiples acciones similares y de desapariciones orquestadas por las fuerzas "Elite" de esta entidad federativa. Situación similar se ofrece en otros estados del país. ¿Justicia por mano propia? ¿Es esa la orden girada? O son, como diría Martin Luther King: "…gobernadores cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación de todo derecho…"
En los Estados Unidos de América, fuerzas policiacas de varios municipios, han asesinado de 2006 a la fecha a 76 mexicanos, según datos conocidos, no se sabe cuántos más han caído abatidos y se oculta esa información, sencillamente, en el pasado mes de febrero, tres compatriotas nuestros fueron masacrados. De todos esos homicidios, 62 por ciento no han sido perseguidos o no hay castigo para los asesinos y un 12 por ciento se han arreglado con dinero, dicho claramente: Solamente han sido castigados 20 policías criminales; impunidad, aunque menor que en México, pero finalmente, también allá hace viento.
Esta semana, en visita de estado a la Gran Bretaña, Enrique Peña Nieto dicta un discurso sobre Derechos Humanos en la cámara de los Lores; mientras en varios lugares de Londres, gente honesta se manifiesta contra él y declara que en México no existen los Derechos Humanos. "Es un país que ha firmado muchos acuerdos sobre ese tema, pero los mexicanos no son respetados para nada", proferían, gritos, mantas y volantes de los manifestantes. Aunque debemos comentar que estaban expresados en inglés; lógicamente, el ejecutivo mexicano no los entendió.
Creerá EPN que los parlamentarios ingleses, bisoños legisladores de carrera, se tragan sus falsas palabras sobre Derechos Humanos y democracia; ingenuo o ignorante: todos ellos son increíblemente más inteligentes que este visitante a su cámara, si no soltaron la carcajada fue por respeto a su hospitalidad y su investidura. Algo que tampoco entendió Peña Nieto, fue el porqué, el primer ministro inglés le trató el tema de Derechos Humanos y del problema judicial y policial en México. ¡¡¡Porque así se lo pidió su pueblo y él, (David Cameron) sí recibe y acata las órdenes de sus patrones: Los británicos!!!
La masacre con que inició esta participación sucedió hace casi 100 años. En las últimas seis décadas los habitantes de la "Pérfida Albión" han sido capaces de superar ésa y otras matanzas y llevan una vida ejemplar en el campo del respeto a la dignidad de la persona humana, baste el ejemplo que sus famosos "Bobbies": Policías londinenses no usan arma alguna; con su honorabilidad imponen la autoridad y hacen que todos respeten el orden público.
En cambio en México, el país que torpemente quiere vender Peña Nieto, cuando vemos a un policía huimos, si tenemos tras nosotros una patrulla nos asustamos y, en cuanto a Derechos Humanos, el gobierno y sus secuaces en los medios de comunicación se encargan de correr la versión que éstos sólo sirven para defender criminales; así, cuando no se respetan, la comunidad aplaude y justifica otro crimen.
Existe una bien orquestada confusión entre defensa de los Derechos Humanos y protección a personas; no al delincuente, sino la dignidad de todo ser humano. La falta de una ética auténtica lleva a creer que si no estoy de acuerdo con la tortura o el abatimiento extrajudicial de un delincuente, lo estoy protegiendo. Si protesto contra la brutalidad policiaca: Soy vendido al crimen organizado. En muchas ocasiones se antepone, maliciosamente, el criterio de orden y ley contra la vida y los Derechos Humanos; pero no nos damos cuenta que caemos en la llamada "Pendiente resbaladiza", ya que al violar los derechos del delincuente estamos abriendo el zaguán para que enseguida se violen los nuestros.
Se justifica la barbarie con el manejo de los índices de criminalidad: El político piensa en números no en personas, pero díganle a la madre o a la esposa de un asesinado que él es un número más pequeño que los de hace un mes…
Centenas de asesinatos suceden en México por las policías nacionales, pero subsiste el silencio: Televisa, ahora más enseñoreada en la procuraduría, sólo informa de homicidios de mexicanos en Estados Unidos y se encrespa con ello, si ese furor fuera real, recibiría nuestro apoyo y respeto, pero sabemos perfectamente que lo único que busca es ocultar y solapar los asesinatos de la policía mexicana contra nacionales y migrantes.