En 1789 Francia se encontraba bajo el dominio absoluto de un monarca débil de carácter, indolente e ignorante, había recibido el poder por herencia familiar, sus antecesores lo habían designado sin importar su baja capacidad en todos los ámbitos; incluso, le había comprado una bella esposa: María Antonieta.
La nación se encontraba en crisis social y política, la deuda pública se había incrementado por las corruptelas permitidas, toleraba y alentaba a funcionarios deshonestos que sólo buscaban enriquecerse; el pueblo se encontraba en la miseria, pero la nobleza vivía en la opulencia, en grandes palacios y realizando fastuosos viajes acompañados de su familia; todo con el dinero del erario público.
Ante tal situación, el ministro del tesoro realizó una reforma fiscal que empobreció a la burguesía: Alma económica de Francia. Luis XVI pidió a los nobles reducir sus fiestas diarias para mejorar las finanzas, pero no fue escuchado. Desesperado citó a los "Estados Generales" que estaban compuestos por tres cuerpos: Primer Estado, la Iglesia que entonces controlaba las conciencias de los ciudadanos y les decía que debían creer y pensar; Segundo Estado, la Nobleza, es decir, los partidarios del rey; ellos recibían los beneficios de la riqueza gala, no pagaban impuestos e indicaba al monarca cómo gobernar y el Tercer Estado, compuesto por el pueblo, representaba el 98 por ciento de Francia; ´éste último creyó que iría a participar en la toma de decisiones. Supuso que existía un plan para salvar al país e ingenuamente pensó que sería tomado en cuenta; es decir, quiso dar credibilidad a la invitación real. Sin embargo, en la legislación, los votos del clero y de la nobleza pesaban más que los del pueblo, éste seguía excluido de las grandes decisiones… El resto de la historia se conoce bien: El tercer estado se retiró del acuerdo y se constituyó en Asamblea Nacional; poco después tomaba "La Bastilla".
Hace unos días, ante un prestigiado diario británico, Enrique Peña Nieto mencionó, entre otras aseveraciones: "Hoy hay, sin dudas, una sensación de incredulidad y desconfianza... ha habido una pérdida de confianza y esto ha provocado sospecha y duda". "Luchar más eficazmente contra la corrupción; y acabar con "el estigma" de ladrones que persigue a los políticos mexicanos…"; "Creo que estamos a tiempo de mostrar resultados, para ofrecerles beneficios a los mexicanos. Soy optimista".
Pues bien, pareciera que el presidente empieza, por primera vez en su vida política, a darse cuenta que la realidad es diferente a su percepción personal, pero no ha habido una demostración fehaciente de este cambio; por el contrario, al regresar a México, mantiene la misma postura de intolerancia y de publicidad falsificada de esa realidad nacional.
El continuar festinando aprehensiones de criminales como si fuese la panacea a la inseguridad; mantener el engaño de sus reformas estructurales que, si acaso van a resolver problemas nacionales, aún no se ve cuáles ni cuando, o hablar de una economía fuerte con un peso altamente devaluado, sigue siendo la tónica de su actuar, entonces ¿Cómo quiere que le creamos?
Los estilos se transmiten de la cabeza a los pies y, en política, esto es más real, los gobernadores presumen sus logros como réplica de la labor presidencial y los alcaldes hacen lo mismo en su nivel.
¿Ejemplos? Van: A nivel nacional se manifestó un amplio repudio a la posibilidad de nombrar ministro de la SCJN a Eduardo Medina Mora, de quien existen más seguridades de su actuar no ético, que dudas. Él es considerado incondicional del presidente, ello lleva al poder judicial a otro miembro del clan ejecutivo; el senado de la república lo designó ministro sumando así más contubernios ¿Cómo creer en la división de poderes?
Dejando el ámbito nacional, vayamos a Torreón: la oficina local de una institución civil de mucho prestigio nacional, presentó información precisa y exacta de la situación de la inseguridad en la ciudad y en la región; análisis bien elaborados científica y físicamente: Miguel Ángel Riquelme, no acepta y reta a la ciudadanía a decir que está segura; las respuestas no se dejaron esperar, llegaron de inmediato y, en tanto, ese mismo día se encontraron los cadáveres de tres jóvenes al poniente de Torreón, otro más fue tirado en el río Nazas y uno más fue asesinado por un comando en la colonia Abastos: cinco homicidios dolosos el mismo día que él negaba los hechos; amén de los casos de la semana pasada. Ah, pero ahora el alcalde cuenta con el apoyo de dirigentes empresariales quienes también, bajo sospechosa miopía, tampoco ven los crímenes. ¿Cuándo y cómo creer?
Al mismo tenor: Hace unos días el gobernador de Coahuila, cuyo poder también proviene de una dinastía, ofreció presentar una denuncia contra narcoperiodistas y medios que ofenden a su "honesta" e "incorruptible" policía; primero se dice que la entregó, pero se desconocen nombres y detalles... Después corrige y aclara que son personas no medios los que participan en calumnias a los angelicales GATES. Otra vez: ¿Creeremos?
Un choque más: La ONU asegura lo siguiente; "la tortura en México es generalizada y se práctica en un contexto de impunidad" sin embargo, el gobierno de mi país, México, manifiesta lo contrario. ¿A quién debo creerle? y ¿Usted, le cree al presidente del Senado? ¿Tendrá algo la ONU contra el actual gobierno?
Mientras una parte importante de la clase media del país, encuentra la crisis de credibilidad como una coyuntura política al mismo tiempo que una grave brecha entre los mexicanos pensantes, preocupados por el futuro del país, de las actuales y futuras generaciones, una gran parte del voto cautivo, los millones de pobres que viven de la dádiva otorgada con los recursos de quienes pagan impuestos, parece no entender, al igual que su principal comprador, que el país va rumbo a la ruina…
Alguna iglesias evangélicas laguneras han anunciado su interés de trabajar como observatorio ciudadano: Como simple mortal, les invito a respetar, en su relación con el gobierno, el pasaje de Mateo en que Cristo exige: "Hagan y observen todo lo que les digan; pero no hagan conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen."
Ojalá y pudiésemos recuperar la credibilidad en el gobierno y en las instituciones, nos hace falta, porque incluso, eso está afectando nuestras relaciones personales.