En Nueva Zelanda se registró uno de los episodios más nobles del deporte que se recuerden en los últimos años. Un boxeador metió una brutal paliza a su rival, mismo que enfurecería con el réferi por no detener el duelo y poner en riesgo la vida de éste.
La pelea se presentó entre los pesos pesados Willis Meehan y Leamy Lakopo Tato, sin embargo, fue el primero quien llevó la delantera en todo momento, exhibiendo una notable superioridad contra el pugilista de menor tamaño.
Desde el primer round Willis enfureció con el árbitro por permitir la golpiza. Al iniciar el segundo asalto ocurrió lo mismo y fue entonces que por fin el hombre de blanco puso fin a la paliza que estaba recibiendo Leamy.
Meehan reprochó una vez más al réferi pero entonces ocurrió lo mejor, Meehn se acercó a Lakopo para abrazarlo y consolarlo, lo cual fue aplaudido por el público presente en el recinto deportivo.
El ganador de la pelea recriminó al réferi por no parar la pelea antes. (YOUTUBE)