Marco Bueno consiguió una soberbia anotación anoche.
Ese sentido grito que ya es "copyright" de Raúl Gutiérrez apareció hasta el último instante de la primera mitad. El director técnico de la Selección Mexicana Sub-22 sabía que su equipo era superior a Costa Rica, mas necesitaba reflejarlo en el marcador.
Es por eso que el "Potro" celebró la malabaresca finta de Érick Torres. El zaguero William Fernández mordió el anzuelo, desvió el balón y dejó congelado al meta Darryl Parker (45'). El 2-0 otorgó la paz que necesitaba el Tricolor.
Tranquilo debut en el Preolímpico para un grupo de chicos obligado a intentar emular la hazaña protagonizada hace poco más de tres años sobre el pasto sagrado del estadio Wembley. El primer paso era superar a los ticos... Y lo hizo con bastante autoridad.
La goleada (4-0) no fue mayor porque los mexicanos no lo quisieron. Nueve de los titulares empleados por el ex defensa están consolidados en la Primera División. El guardameta Gibrán Lajud (Xoloitzcuintles de Tijuana) y el volante de contención Víctor Guzmán (Pachuca) son los únicos que todavía luchan para no ser devorados por la globalización futbolística.
Calidad que provocó cierta confianza. Siempre se supieron mejores, por lo que sólo pasearon el esférico durante los últimos 25 minutos del primer tiempo.
Para entonces, su ego ya había sido alimentado por el tanto de Marco Bueno. La Selección Mexicana tardó casi 20 minutos en construir un verdadero ataque sobre la portería costarricense, pero fue letal. Mazazo en el ánimo tico.