En el marco de la sesión ordinaria de ayer el Senado de la República exhortó al Gobierno a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la de Gobernación "a disponer medidas que se reciban tantos refugiados de Siria como sea posible derivado de la crisis humanitaria que se vive en ese país".
La recepción de esos contingentes ha sido solicitada por el Senado como un punto de acuerdo dirigido al gobierno de México instándolo a recibir refugiados sirios que han abandonado sus hogares huyendo de los horrores que están padeciendo en su tierra natal.
Son millones de sirios que están huyendo de las terribles violencias que los están martirizando en su propia patria de las que huyen en atropellados grupos incluye afganos, kurdos, palestinos.
Los que huyen buscando refugio son por lo general individuos calificados que, si se integraran a la sociedad mexicana, podrían aportar a nuestro progreso.
Un ejemplo lo tenemos en el aporte para México de la histórica inmigración española con la actividad de personas con diversas experiencias y especialidades que fueron muy valiosas y sirvieron para fortalecer muchos sectores de nuestro país. Los menonitas y los mormones son, como prósperos agricultores establecidos en Chihuahua y otras regiones de México del país, otro caso de importantes aportes al progreso regional.
La iniciativa sobre los sirios partió del activista Nelson Olavarrieta en el sentido de que México reciba a 10,000 refugiados sirios que serían repartidos por todos los estados de la República. Recogida por los senadores panistas Ernesto Cordero y Javier Corral, fue suscrita por todos los partidos en plena congruencia con la tradición mexicana de ofrecer asilo a los que sufren persecución y amenaza a sus maneras de vida.
El caso es particularmente dramático. De acuerdo con datos proporcionados por ACNUR, son nada menos que 5.5 millones de menores que están desplazados y esperando alguna solución, cualquiera que fuera, a su terrible predicamento.
"México no puede quedar impávido ante lo que sucede en Siria y ante el sufrimiento de tantos seres humanos que huyen de una guerra civil que exponen sus vidas y que padecen condiciones infrahumanas en el intento de escapar a un futuro de muerte y desolación", indicó Cordero Arroyo.
"No caigamos en el falso debate de que nuestro país tiene demasiados problemas que atender entre su población y eso le imposibilita la atención a refugiados sirios", mencionó.
"Es cierto, México tiene muchos problemas que resolver y eso demanda la solidaridad y el trabajo de todos, pero una cosa no excluye a la otra. Debemos ser sensibles a esta crisis humanitaria", abundó.
El acuerdo destaca que los niños son los principales afectados por este conflicto: 5.5 millones de menores de edad están desplazados y 10 mil han fallecido según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
En el Exhorto se recuerda la tradición de México en diferentes momentos de la historia para recibir refugiados extranjeros particularmente desde 1937.
"A diferencia de hace algunos años, cuando recibimos a refugiados de países como España, Chile, Guatemala, El Salvador, entre otros, hoy contamos con un marco jurídico vasto y preciso que da claridad sobre la voluntad de México como país de acogida", se agregó. El senado valoró los esfuerzos de los países vecinos por acoger a los refugiados sirios y reconoció las repercusiones socioeconómicas de la presencia de cuantiosas poblaciones de refugiados en esos países.
No será la primera vez que México acoja a contingentes de extranjeros a veces en condiciones de gran necesidad. Entre las más famosas fue la de los menonitas en 1922 y la que se extendió a los españoles republicanos en 1939 al caer el régimen leal a sus convicciones políticas. Los mormones se establecieron en México en 1955.
Como prósperos agricultores establecidos en Chihuahua y otras regiones de México del país.
Se tienen noticias de que en atención a este planteamiento del Senado, el gobierno ya está iniciando para tomar las medidas pertinentes en coordinación con el gobierno sirio.
Las Zonas Especiales que han sido anunciadas por el Presidente de la República podrían ser aprovechadas como base para establecer comunidades agroindustriales en las que los recién llegados pudieran desarrollar sus conocimientos y actividades. Hay zonas tanto en el norte del país como en el sureste y Yucatán que se beneficiarían del los contingentes de sirios bien preparados y deseosos de contribuir a la prosperidad de su nuevo hogar.
La apertura mexicana a los refugiados sirios debe ser vista con simpatía por todos nosotros.
juliofelipefaesler@yahoo.com