Estados Unidos. Señala estudio que migrantes ayudan a consolidar 1.2 empleos para nativos.
Contrario a los argumentos anti-inmigración que se oyen en Estados Unidos, los recién llegados a este país en lugar de despojar a estadounidenses de sus empleos cada uno de ellos genera 1.2 nuevos puestos de trabajo para los nativos.
Así lo estableció un estudio difundido esta semana por la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), que apuntó que el aumento de empleos generados por inmigrantes en las economías locales se debe al alza, tanto del consumo como en la demanda de servicios en las comunidades en que se asientan.
Titulado "¿Son los inmigrantes una inyección en el brazo para las economías locales?", el estudio sugiere en términos más simples que por cada mil inmigrantes que llegan a una comunidad mil 200 empleos son creados para las personas que radicaban ahí anteriormente.
Este impulso a la economía atenúa las presiones en los salarios de los nativos que puede causar la migración en ciertos sectores productivos y aumenta la variedad de los servicios accesibles en la comunidad.
Elaborado por Gihoon Hong y John McLaren, investigadores de las universidades de Indiana y Virginia, respectivamente, el documento precisó que la mayor demanda puede también incrementar los salarios reales de los estadounidenses.
Empleando información oficial del gobierno de Estados Unidos, de entre 1980 y el 2000, los investigadores expresaron haber encontrado "evidencia considerable" de que "cada inmigrante crea 1.2 empleos para los trabajadores locales, la mayoría de los cuales es para estadounidenses".