Víctimas. Miles de personas mostraron su respeto por las víctimas del atentado a una sinagoga. (EFE)
Copenhague recordó a las víctimas de los atentados de este fin de semana con una ceremonia junto al lugar del primer tiroteo en la que entre flores, antorchas y música se envió un mensaje de unidad y de convivencia entre religiones.
Unas 30,000 personas según estimaciones de las autoridades se congregaron en la plaza próxima al centro cultural "Krudttønden", donde el sábado un joven de 22 años mató presuntamente al cineasta danés Finn Nørregaard, presente en un debate sobre blasfemia al que asistía el artista sueco Lars Vilks, amenazado por islamistas.
El príncipe heredero Federico, la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt; otros miembros del gobierno y políticos a nivel nacional y local siguieron la ceremonia desde un lateral del escenario, donde también estaban el primer ministro sueco, Stefan Löfven, y el ministro de Exteriores noruego, Børge Brende. Mientras decenas de agentes fuertemente armados vigilaban la zona, la ceremonia arrancó con un tema de gran contenido simbólico: "Man binder os på mund og hånd" (Nos tapan la boca y nos atan las manos), una canción vinculada a la resistencia danesa a la ocupación nazi, a la que siguió el inevitable "Imagine" de John Lennon.
Después de invitar a los asistentes a mantener un minuto de silencio, Thorning-Schmidt defendió en su discurso que la respuesta a los atentados es "una sociedad fuerte" en la que musulmanes, judíos y cristianos estén "hombro con hombro".
NO ESTÁN SOLOS
"No estáis solos, un ataque a los judíos daneses es un ataque a Dinamarca", dijo en referencia al tiroteo en la sinagoga de Copenhague en el que murió un joven la primera ministra, arrancando los primeros aplausos en la multitud, que creaba un mar de luz con las antorchas repartidas por la organización.
El presidente de la Sociedad Judía de Dinamarca, Dan Rosenberg Asmussen, se mostró emocionado por una ceremonia "increíblemente hermosa y triste a la vez" y dijo que los judíos daneses nunca olvidarán el calor y la simpatía mostrada estos días.
MUESTRAN RESPETO A SINAGOGA
Miles de ciudadanos han pasado ayer por la sinagoga para mostrar su respeto, dejar flores o encender velas.
Junto a las verjas que rodean el edificio -custodiado por una fuerte presencia policial- descansan cientos de ramos de flores, banderas danesas e israelíes y otras muestras de agradecimiento de la comunidad judía a Dan Uzan, el "héroe" de 37 años que hacía de guardia de la sinagoga y que murió de un disparo en la cabeza.
Balones de baloncesto y una bufanda del equipo en que jugaba recordaban a Uzan, mezclados con textos en danés, hebreo y árabe, con lemas como "musulmanes y judíos se niegan a ser enemigos".
En esa idea incidió Asmussen, que lucía sobre el escenario la tradicional kipá: judíos y musulmanes están "juntos" contra "un enemigo común", el extremismo; unas palabras que se llevaron las mayores ovaciones de la noche.
El embajador de Francia, François Zimeray, que asistía al debate en el centro cultural en el momento del atentado, confesó haber salvado la vida de milagro, mientras el presidente del sindicato de policías, Claus Oxfeldt, recordó a los cinco agentes heridos leves en los dos atentados del fin de semana.