Muerte. Alrededor de cinco mil personas se dieron cita para despedir a los musulmanes que fueron asesinados.
Unas cinco mil personas asistieron ayer a los funerales de los tres estudiantes musulmanes asesinados a tiros en su casa el martes pasado en Chapel Hill, Raleigh, Carolina del Norte.
Familiares, amigos y personas en general, entre ellas gran número de musulmanes, se reunieron en el campo de futbol de la Universidad Estatal de Carolina del Norte para orar y dar el adiós frente a los féretros de los tres jóvenes, según la página web del canal WNCN de Carolina del Norte.
La policía dice que Deah Shaddy Barakat, de 23 años; su esposa Yusor Abu-Salha, de 21, y la hermana de ésta Razan Abu-Salha, de 19 años, fueron asesinados de un tiro en la cabeza por Craig Stephen Hicks, de 46 años, quien está arrestado acusado de asesinato en primer grado.
La investigación inicial muestra que el motivo del ataque fue una disputa latente desde hacía tiempo sobre el estacionamiento en el complejo de condominios donde vivían, pero que aún tratan de determinar si el odio religioso jugó algún papel en el tiroteo.
Los familiares aseguran que se trata de un crimen de odio por ser musulmanes. El doctor Mohammad Abu-Salha, cuyas hijas y su yerno fueron asesinados, dijo al diario Observer de Carolina del Norte que él cree que éste es "un crimen de odio", por la religión y cultura de las víctimas.
La noche del miércoles miles estudiantes y profesores se reunieron en una vigilia en el campus de la Universidad Estatal de Carolina del Norte para llorar la pérdida de los tres jóvenes y celebrar sus vidas.
