NIÑOS ACABAN CON LA DESCONFIANZA ENTRE TRIBUS KENIANAS
Mónica Kinyua (derecha) y su hermana, Jane Wanjiru, durante su visita a la sede de Rotary el pasado mes de octubre.
Desde hace décadas, las comunidades ganaderas del norte de Kenia se han visto envueltas en un ciclo de violencia. Conflictos entre distintas tribus han ocasionado derramamientos de sangre por disputas causadas por la desconfianza, la lucha para acceder a los escasos recursos disponibles y episodios de robo de ganado.
La becaria de Rotary Mónica Kinyua fundó, junto a su hermana gemela Jane Wanjiru, la Children Peace Initiative (CPI) Kenya, para terminar con la violencia mediante la amistad entre niños de distintas tribus.
A comienzos de este año, las hermanas utilizaron una Subvención Global patrocinada por rotarios de San Diego, California y el Club Rotario de Nairobi (Kenia) para celebrar un campamento pro paz para niños de Baragoi en el Condado de Samburu, una de las áreas más peligrosas del norte de Kenia donde, años atrás, fueron asesinados cuarenta agentes policiales.
En mayo, durante el campamento, estudiantes y maestros pertenecientes a escuelas a las que asisten niños de las tribus Turkana y Samburu convivieron durante cinco días en los que participaron en distintas actividades para conocerse y estrechar lazos. A la conclusión del campamento, se anima a todos los niños a hacerse amigos de un niño de otra tribu.
Los voluntarios de CPI Kenya también organizaron eventos en el vecino Condado de Marsabit donde los niños que habían forjado amistades con niños de otras comunidades vecinas invitaron a sus padres a conocer a sus amigos. Como resultado, las familias terminan por forjar lazos de amistad.
"En un caso, las familias intercambiaron regalos como ropa o alimentos, pero sobre todo cabras", comenta Monika.
Antes de que CPI Kenya iniciara sus actividades, los conflictos terminaban en enfrentamientos armados.
Sin embargo, los campamentos pro paz han servido para reducir el nivel de violencia en la región. "Los niños nunca antes habían participado en actividades para la resolución de conflictos", explica. "Este papel estaba reservado a los hombres. Gracias al programa de CPI Kenya, los niños participan directamente en las actividades de pacificación, orientan a sus padres e influyen para que las comunidades vivan en paz entre sí".
BECA DE ROTARY
Mónica se puso en contacto con Rotary para solicitar ayuda tras una cadena de casualidades que comenzó en 2011. Mónica había sido seleccionada para recibir una beca para cursar estudios de Maestría en Paz y Justicia en la University of San Diego, pero no contaba con medios económicos para cubrir sus gastos de subsistencia. Días antes de que tuviera que decidir si aceptaba la beca o no, asistió a la reunión de un club Rotaract al que pensaba afiliarse.
Carol Kurth, estudiante universitaria de San Diego que se encontraba visitando Kenia mientras participaba en un viaje organizado por otra organización benéfica, también visitó el club ese día. Su madre, la rotaria Janice Kurth, también había visitado Kenia 18 meses atrás, como integrante de un equipo de intercambio profesional.
"Cuando Carol partió para Kenia, le di varias de mis tarjetas de presentación. Ella le dio una a Mónica, y Mónica me envió un correo electrónico", explica Janice. "Durante varios años, nuestro distrito había solicitado subvenciones para patrocinar los estudios de estudiantes en el programa en el que Mónica deseaba participar. Hablé con los rotarios de mi distrito, les expliqué la situación, y cuando Mónica resultó elegida me dije: 'Tienes que ser su consejera'".
Janice explica que durante su estancia en San Diego, Mónica se convirtió en una hija para ella. Cuando faltaba poco tiempo para la conclusión del período de estudios, Kurth se comunicó con uno de sus contactos en Kenia, el socio del Club Rotario de Nairobi Sudish Walia, y comenzaron a trabajar en una Subvención Global para financiar las actividades de Mónica.
Gracias a la labor de las hermanas, cada día más comunidades solicitan la ayuda de CPI Kenya. A la conclusión de cada campamento, los líderes de las comunidades beneficiarias sugieren otras aldeas que también podrían beneficiarse del programa.
Mónica, quien ocupa el cargo de directora ejecutiva de CPI Kenya, comenta que su beca de Rotary la ayudó a ser mejor como líder y a establecer una amplia red de contactos. Por ejemplo, con la ayuda de un rotario, se puso en contacto con Interactions for Peace, organización sin fines de lucro con sede en San Diego y ahora ambas organizaciones colaboran. Su organización también ha recibido el apoyo de la University of San Diego.
"Rotary me abrió un mundo de oportunidades", concluye. "Muchas de las personas que conocí todavía siguen siendo mis mentores y me ayudan a orientar mi carrera. En mi opinión, el compromiso de Rotary para con la educación y la paz mundial es importantísimo para la comprensión mundial".
Por Arnold R. Grahl
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