Hermoso alojamiento es el Mesón de Jobito, en Zacatecas
Una antigua vecindad situada en el corazón de la bella ciudad que fue convertida en excelente hotel. Su espléndida arquitectura es mexicana, y zacatecana su cálida hospitalidad.
En la puerta recibe a los afortunados huéspedes la efigie -tallada en cantera rosa, desde luego- de Jobito, quien fue por muchos años el portero de aquella vecindad. A su lado, manso y al mismo tiempo alerta, se ve el fiel perro que lo acompañaba siempre.
Estoy en Zacatecas. Me ha llevado ahí una entrañable celebración familiar. Conmigo están mi esposa, mis hijos y mis nietos. David, el más pequeño, no despega la vista de la estatua. Me pregunta de pronto:
-Abuelo: ¿Quién es el señor que está con Jobito?
Todos ríen.
Yo no.
El paso de los años me ha enseñado que son más sabias las preguntas de los niños que las respuestas de los hombres.
¡Hasta mañana!...